Lunes 3 de marzo de 2025
Como decimos en Chile cuando las cosas no andan tan bien, la democracia en América Latina y el Caribe está “reguleque” nomás. Según el estudio de Economist Intelligence Unit (Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), que evalúa diferentes aspectos considerados en la clasificación democrática de los países, tales como el funcionamiento del gobierno, electoral y pluralismo, participación política, cultura política y libertades civiles, la calidad de la democracia ha caído en esta parte del mundo.
El estudio señala que, respecto de 2023, en América Latina y el Caribe el promedio cayó de 5,68 a 5,61 el 2024. Problemas sociales y políticos no resueltos, paupérrimo crecimiento económico, desigualdad en la distribución de la riqueza y la violencia que hace de la región la más violenta del mundo (de acuerdo con el FMI, un tercio de los homicidios a nivel planetario ocurren aquí, en cuanto que la tasa de homicidios triplica la tasa mundial), son factores más que suficientes para el deterioro de la democracia.
Con todo, en algunos aspectos el continente americano se encuentra por sobre el promedio mundial: proceso electoral y pluralismo, participación política y libertades civiles, así como en funcionamiento del gobierno, a pesar de lo bajo del puntaje en este ítem. Pero es el peor evaluado en cultura política. Sin embargo, en términos globales América Latina y el Caribe se encuentran en tercer lugar, detrás de Norteamérica y Europa Occidental, pero mejor que Europa Oriental y Asia.
En todo caso, este tercer lugar planetario no es para alegrarnos mucho, puesto que durante nueve años consecutivos hemos ido cuesta abajo en la rodada (parodiando al inmortal Carlos Gardel), en la calidad de nuestra democracia. El informe de Economist Intelligence Unit divide la democracia en “plena” y “defectuosa”, aunque de Paraguay dijo que era un “régimen híbrido”, puesto que de democracia “defectuosa” en 2023, hoy tiene una ley que restringe la libertad de acción de las organizaciones no gubernamentales, ONG.
Ahora bien, de los 24 países de la región considerados en el Índice de Democracia, Jamaica, Colombia y Brasil tuvieron los mayores retrocesos en 2024. Por su parte, México y República Dominicana fueron los que más se superaron. Chile, con 7,83 puntos, aparece en el lugar 29 del mundo, detrás de Estados Unidos. Es el primero de la región en lo que se refiere a “democracia defectuosa”. Panamá ocupa el lugar 47 y Argentina el 54.
Y, ¿qué pasa con Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela? Simplemente están calificados como “regímenes autoritarios”. O sea, un puro eufemismo por “dictaduras”.
Por último, ante tantas penurias con la realidad democrática que se vive por estos lados, ¿tenemos algunas “democracias plenas” que saquen la cara por América Latina y el Caribe, y no seamos un puñado de paisillos que, además de vivir al tres y al cuatro, tengan a sus pueblos con la soga al cuello o tambaleándose en la cuerda floja de la democracia? Sí, según Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU): Costa Rica y Uruguay.
Como dice el refrán chileno cuando las cosas podrían ser peores: “Peor es mascar lauchas”.