Javier Pais
Javier Pais desde niño se destacó en el jardín de infantes por ser uno de los primeros en su clase en conseguir hacer bolitas con plasticina. Amigo de todos los perros de la cuadra, era fácilmente manipulado por su madre que simplemente con dar vuelta un disco de pasta con varias versiones del carnavalito lograba tenerlo bajo control y bailando toda la tarde a saltitos en círculos interminables. Pese a no ser sonámbulo llegó a bañarse dormido, y tuvo problemas con varios amigos del barrio por intentar evitar que cazaran sapos. Ya desde su más tierna infancia torturaba a sus abuelos tocando indiscriminadamente las teclas del piano. Perteneciente a la llamada Generación X, estudió Ciencias de la Comunicación, Bellas Artes y Psicología. Interesado también en la tecnología, lo social, el deporte y la ecología, su principal devoción es desde siempre y probablemente seguirá siendo la música.