No pensaba estar escribiendo otra reseña ahora, y menos sobre una serie de DC Comics. Pero bueno, este año ha sido bendecido (y maldito) por el dios de lo random.
En 2022 salió la primera temporada, y debo decir que no me desagradó ni me aburrió, pero no le encontré nada especial. Pero bueno, tampoco esperaba demasiado de una serie basada en un personaje no muy popular de DC comics. Al igual que a muchos, todo el tema de superhéroes ya me tenía bastante saturada últimamente. Y lo digo como alguien que en su momento fue al cine a ver casi todas las de Marvel, menos Winter Soldier (que todavía me arrepiento porque fue la mejor del MCU). Pero siento que ya pasó su momento, y lo estiraron demasiado. Y en cuanto a las series de DC no me considero fan de ninguna, la que me gustó más fue Constantine que fue tristemente cancelada.

Quien haya visto algo de James Gunn ya sabe cómo es el estilo, pero en Peacemaker no escatimó con el mal gusto pero bien aplicado: es lo que lo llamo “el teatro de lo groncho”, como podrían ser las películas de Robert Rodríguez: humor negro, poca sutileza, escenas de violencia y sexo innecesarias pero que van perfectamente con el tono de lo que estamos mirando. Y acompañado de una banda sonora que no tiene desperdicio (al igual que las de Guardianes de la Galaxia).
La primera temporada está entretenida pero no me llamó demasiado la atención, pero la segunda mejoró muchas cosas y apostó todo. Tiene todo para ser un fracaso, pero no se toma en serio a sí misma y por eso es que funciona. Tiene todos los clichés baratos pero muchas veces te sorprende con un giro dramático que no esperabas. Y también hay muchas sorpresas con las actuaciones, sobre todo John Cena que protagoniza unas escenas dramáticas que dejan ver que tiene potencial. Bueno, como muchos actores de comedia, y en el caso de él que viene de la lucha profesional está bastante acostumbrado a hacer una perfo humorística.

Si bien se basa en un cómic hay varios cambios significativos que hizo Gunn en la serie, y en mi opinión quedan perfectos porque dan un tono más realista y más humano a muchas situaciones que se van dando. Venimos por la acción y el humor baratos, pero nos toma por sorpresa con temas más profundos como las relaciones interpersonales, las familias disfuncionales y el miedo a volvernos como nuestros padres. Los personajes comienzan siendo bastante unidimensionales en la primera temporada, cosa que no molesta porque ya sabemos lo que vamos a ver. Sin embargo en la segunda vemos un poco más de desarrollo, incluso personajes rompiendo con muchos de estos estereotipos que siempre vemos. Por ejemplo, hombres siendo más sensibles y mujeres que no se sienten cómodas con sus emociones, a la inversa de lo que es en general.
Peacemaker está pensada para el millennial que creció viendo películas de acción de dudosa calidad y escuchando Glam Rock en casettes, y sin dudas tiene un espíritu nostálgico pero con elementos muy actuales. De hecho crítica sin ninguna sutileza la situación política actual en Estados Unidos (y en el mundo), sin eufemismos o metáforas como estamos acostumbrados a ver en series de este estilo que por lo general no se la juegan tanto.

¿Vale la pena verla? Sabiendo lo que vamos a ver, seguro. Yo la vi sin mucha expectativa y terminé esperando que fuera “jueves de Peacemaker” y escuchando la playlist oficial cuando salgo a caminar (muy recomendable, por cierto). Hay opiniones encontradas en cuanto al final y coincido en que dejó demasiadas preguntas sin responder. Entiendo que la idea es seguir expandiendo el universo como hizo Marvel, pero algunas subtramas se podían haber resuelto para no quedara tan abrupto. De cualquier manera es un muy buen final y es bastante satisfactorio, pero tal vez uno fue con demasiada expectativa después del penúltimo capítulo que es sin dudas el mejor de la serie.
Podés amarla u odiarla, pero lo que no te va a ser indiferente son las intro. Sobre todo la de la segunda temporada, que al principio no le gustó mucho a nadie pero después no podíamos sacarnos el tema de la cabeza. Que por cierto, fue la banda a tocarlo en vivo para una escena. Totalmente innecesario, pero se agradece.













































