Numa, el gran Numa, recrea y versiona de manera excepcional esta milonga de Osiris. La guitarra cubre todo el espacio y da el soporte perfecto para que la voz se abra al universo. Una gran voz y con el buen gusto de un buen músico formado en las dos dimensiones, la culta y la popular (esas dos etiquetas que sabemos no son certeras, pero para que se entienda mejor lo que digo). El disco de versiones, íntegro, que Numa Moraes dedicó a Osiris, es un hito y pasó desapercibido en una aldea más proclive a enamorarse de espejitos y pavadas. Y los medios, ay los grandes medios, ¡ay! El texto de Osiris es de una poesía inusitada, un ejemplo: «y suspiras un relincho/como si fuera un llamado/pero… es patrón Don Olvido/y tiene muchos caballos». Es otra versión de El Alazán, ése es el modelo de Matungo.