El cantautor español Ismael Serrano ya tiene nuevo trabajo discográfico, y para grata sorpresa de los uruguayos, desde el título hace referencia a nuestro país. Es que “La Llamada” viene por el lado de las llamadas de candombe, más específicamente al origen del término, cuando el sonido de los tamboriles en los distintos barrios montevideanos, convocaban al encuentro. Tomando esa esencia es que Serrano intenta con las trece canciones del disco celebrar la vida y la rebeldía, en un monento en el que la crisis europea y, más precisamente la española, dejó evidentes las miserias, pero también hizo germinar nuevas esperanzas.
«La Llamada», es el noveno álbum de la carrera del cantautor madrileño, en el que interpreta con su estilo y llevado a su contexto mediterráneo, ritmos latinos como el candombe, la bachata, el son caribeño, la samba y hasta una aproximación a un reggaetón.
En enero comienza la gira presentación del disco, que irá recorriendo luego toda Latinoamérica, hasta que en setiembre lo podamos escuchar en vivo por aquí, al sur del sur.
Centrados en la presentación de este disco, que de cierta manera nos involucra, tuvimos la oportunidad de charlar telefónicamente con Ismael Serrano para COOLTIVARTE, donde nos contó de «La Llamada», de sus motivaciones para seguir escribiendo canciones, de cómo ha influido la crisis española y los movimientos sociales en su arte, y lo que significa Latinoamérica para su carrera.
“Yo creo que un cantautor está permanentemente en una búsqueda de una voz propia, de un sonido propio, a diferencia de una banda musical que tiene un sonido más definido, yo creo que un cantautor la búsqueda es más ardua y eso te lleva a una inquietud natural por encontrar un sonido propio.”
-Siendo uruguayo no puedo dejar de preguntarte ¿qué fue lo que te llevó a denominar el disco La Llamada, ya que sabemos hace referencia a las Llamadas del candombe uruguayo?
-Si, yo repaso las canciones, una vez que termino de grabarlas, trato de buscar un título que resuma un poco el espíritu general que está en todas ellas. Yo creo que uno en forma inconsciente va depositando una idea recurrente cuando las va escribiendo, y caí en la cuenta de que esta vez todas las canciones tenían, por un lado, cierto carácter de convocatoria, y por otro, un carácter de celebración, a la manera de las llamadas del carnaval uruguayo. Me parecía bonito, sobre todo por la alegría que tiene que ver con el encontrarse, en este caso en el marco de una celebración genuinamente popular como el carnaval, pagana y popular, incluso de cuestionamiento de la realidad. Me parecía que La Llamada era un buen título, que iba con las canciones de este disco.
-¿Qué conocés del carnaval uruguayo y por qué te llamaron la atención Las Llamadas?
-Conozco, porque es un fenómeno que trasciende las fronteras. No he tenido la oportunidad de estar en ninguna, pero las conozco por el testimonio de muchos amigos uruguayos y por ser un fenómeno muy conocido.
-En el disco hay candombe, bachatas, son del caribe, samba ¿cómo hiciste para combinar todos esos ritmos en un disco y encontrar coherencia musical?
-Se trata de utilizar los ritmos para construir los cimientos sobre los que se disipan las canciones, por así decirlo. Pero siempre llevado a mi terriorio. A través de esos ritmos entendí que podía dar la contundencia y la rotundidad necesaria, ese carácter de celebración y de fiesta que tienen las canciones.Pero siempre sin hacer un ejercicio de estilo, digamos que son aproximaciones a esos géneros, son pequeños homenajes desde la canción que yo hago. Tratar de darle un vuelo poético a las canciones y llevarlas en esa corriente de música tradicional pero desde mi prisma, desde mi manera de entender la música. Creo que eso le da una coherencia, el hecho de no hacer ejercicios de estilo en forma rotunda y contundente. Por ejemplo la bachata, llamada «Pequeña bachata mediterránea«, es porque está traída a nuestro territorio: las cuerdas, la mandolina, el acordeón; lo trae hacia sonidos que tienen que ver con el Mediterráneo. El caso del candombe, tiene ese punto de guitarras acústicas, esos vientos finales, que le dan quizá un carácter más solemne. Como digo, son aproximaciones a una tradición musical que yo siento como parte también de mi patrimonio, porque gran parte de mis referencias están de esa parte del óceano.
-¿Qué es lo que sigue motivando a componer y a seguir experimentando con distintos géneros?
-Bueno, yo le canto a lo que me emociona. Me emociona la visión de la realidad desigual, mis historias de amor y el desamor, pero este disco está atravesado por eventos muy importantes: la llegada a los 40 que es una cifra muy redonda, la llegada de mi hija que remueve por dentro, que remueve tu mirada y hace comprometerte con la realidad más aún. Ambas cosas inciden es ser más permeable, relativizar las cosas, en cuestionarse, y eso sirve de acicate a la hora de emprender una búsqueda. Yo creo que un cantautor está permanentemente en una búsqueda de una voz propia, de un sonido propio, a diferencia de una banda musical que tiene un sonido más definido, yo creo que un cantautor la búsqueda es más ardua y eso te lleva a una inquietud natural por encontrar un sonido propio. La música consiste en eso, en un permanente cuestionamiento y debe ser así. Teniendo en cuenta que tampoco estoy en la vanguardia de la investigación musical, pero sí tratar de darle una vuelta de tuerca a las cosas, y como resultado de esa búsqueda surge este disco.
-¿Cómo trabajaste las letras que podría decirse es gran parte de tu identidad como cantautor?
-Las letras han sido muy trabajadas, porque no quería que hubiera un verso de más. Hay una búsqueda para que todo verso que apareciera en una canción quisiera decir algo. En muchos casos no escribí tanto con la guitarra en la mano, sino pensando en el ritmo, y en la métrica que exigía el ritmo. Por eso surgen métricas diferentes, muy marcadas, el caso de “Rebelión en Hamelin” es muy marcado, porque es una métrica que tiene que ver con la tradición musical del son cubano. Todo esto exige un trabajo muy divertido a la hora de escribir y de componer.
-Como artista comprometido ¿cómo has vivido la situación de crisis en España, el descreimiento en los políticos, los movimientos populares movilizados a través de las redes sociales como fueron los indignados, la irrupción de un nuevo partido como Podemos? ¿cómo se refleja todo esto en tu obra?
-Yo creo que ese carácter de celebración del disco, ese afán por recuperar la autoestima, tiene que ver con la emergencia de nuevos movimientos sociales y de un protagonismo ciudadano que supone un nuevo paradigma. La crisis, la ciudadanía la ha entendido como una oportunidad para reivindicarse como soberana, como garante de verdaderos procesos democráticos, y dentro de la exigencia incluso de nuevos procesos constituyentes ¿por qué no?. Estamos viviendo un momento crucial, una oportunidad histórica, y ese carácter de celebración responde también a eso. Es buscar ese espacio de encuentro para que los ciudadanos se miren los unos a los otros, como nunca habían hecho. Creo que eso está presente en el disco, la vocación coral por así decirlo, que tienen algunas canciones, que acaban con coros que parecen reflejar esa asamblea plural y multitudinaria donde la gente recupera un debate de las ideas que hasta ahora parecía caído. El hecho de que también mucha gente joven, una nueva generación, irrumpa en el debate político, al que siempre había repudiado, me parece que es determinante. Hay quien dice que mi generación es la más breve de la historia de España, porque hemos sido eclipsados por la generación de nuestros padres que no nos han dejado espacio, que han copado los puestos de decisión, no sólo a nivel político sino también en lo laboral y en lo cultural; y por otro lado venimos empujados por una nueva generación que reclama el protagonismo que le corresponde, porque así ha de ser, con esa arrogancia indispensable y maravillosa que tiene la juventud. Entonces eso nos exige, a mi generación me refiero, ser protagonistas, desprejuiciarnos, a entender que tenemos que participar de alguna forma y tenemos que hacer nuestra contribución. Yo creo entonces que este disco responde también a eso.
-La Llamada entonces en este contexto sería un disco de esperanza…
-Totalmente, totalmente, totalmente…el propio estribillo de la canción lo dice: “la vida fue un ensayo hasta ahora”, esta es una oportunidad que como tal hay que entenderla.
-¿Qué representa para vos Latinoamérica, por las influencias, pero también por los procesos político-culturales que se vienen dando hace unos años?
-Creo que España ha mirado con paternalismo lo que se ha vivido en Latinoamérica, por lo que ha sido incapaz de entender los procesos, por lo que ha sido incapaz también de aprender algo de ellos. Los procesos que se viven en Latinoamérica, son consecuencias de crisis políticas y económicas muy severas. Y crisis políticas que tienen que ver también con una ciudadanía desencantada, que recupera su autoestima en tanto y en cuanto, recupera su conciencia en su capacidad para incidir. Los protagonistas de estos procesos latinoamericanos tienen ahora una responsabilidad muy grande en demostrar que esos cambios, porque es un hecho que hay cambios, son realmente estructurales y son sostenibles en el tiempo. Hay una ambición, y un proyecto de mirada a largo plazo, y creo que en ese sentido es un momento crucial, ya que el ciudadano no debe perder el rol protagonista y controlador de los actores políticos, debe hacerse notar. En este sentido España está viviendo un paralelismo claro, ya que hay una ciudadanía que despierta y que exige nuevos actores políticos, que hace que surjan nuevos partidos políticos que rompan los bi partidismos que habían sostenido a la clase política con privilegios muy claros, y distanciada de la ciudadanía y de la vocación de servicio que debe tener un político. Ese paralelismo revela que el paternalismo con que mirábamos a Latinoamérica era injustificado e intolerable.
-¿Cuáles son tus referentes artísticos de este lado del océano?
-Yo he crecido escuchando la música de Silvio Rodríguez, creo que Silvio armónicamente y melódicamente, para todo el que ha compuesto con una guitarra es un referente por la complejidad armónica de sus canciones. Además es el claro ejemplo de que no hace justicia quien dice que el cantautor privilegia el texto por encima de la música. Las complejidades armónicas de Silvio con la guitarra no las encuentras en una canción de pop convencional. Víctor Jara como renovador del folclore, dándole una dimensión poética y épica y de compromiso con la realidad, me parece que es algo que aún, hoy por hoy, tiene vigencia absoluta. Caetano Veloso, Chico Buarque, Mercedes Sosa, Atahualpa [Yupanqui] y esa tradición del payador, del contador de historias, que tiene que ver con la tradición de ir con su guitarra al hombro del un lado para el otro. Ruben Blades no deja de ser un cantautor, que sabe encontrar en el ritmo elementos que otros encuentran en la guitarra. Son unos cuantos.
-¿Cómo te llevas con el tema de Internet y las redes sociales, que por un lado ayudan a difundir el arte y la música en este caso, pero por otro lado atentan o ponen en riesgo, los derechos de autor por ejemplo?
-Personalmente creo que se plantea una controversia, que no tiene por que ser tal, entre difusión y derechos de autor. La cultura libre y popular siempre ha existido porque han existido las bibliotecas, por ejemplo. Es un debate que está distorsionado, porque hay elementos hegemónicos en Internet con unos intereses muy claros, más allá del debate real que tiene la ciudadanía y que tiene el internauta…donde hay buscadores hegemónicos, donde hay operadoras hegemónicas que imponen sus intereses por encima de otros. Pero yo tengo una gran relación, las redes sociales me fascinan, en tanto y en cuanto me permiten un contacto sin intermediarios. Lo que no sé, es hasta qué punto estamos perdiendo capacidad para profundizar en los mensajes que recibimos, porque el caudal de información es muy grande. Hoy tenemos abiertas 20 ventanas donde está twitter, facebook, el blog, diarios, como 5 o 6 páginas, entonces navegamos de una a otra y hacemos un consumo muy superficial, de usar y tirar. Había un viejo dicho que decía que no hay nada más antiguo que el periódico de ayer, hoy podemos decir que no hay nada más antiguo que el tuit de esta mañana. Es decir, se van acortando los plazos cada vez más porque hay una exigencia de consumir vorazmente esa información. Creo que tenemos que plantear qué tipo de modelo de Internet queremos. [Hoy] damos por válido el modelo que está sin cuestionarlo. Por ejemplo la renuncia a la privacidad que tenemos hoy en internet no la estamos cuestionando, decimos «no, es que no se pueden poner puertas al campo»…pero el hecho de que «lean» tus correos para mandarte publicidad especifica, esa renuncia a la privacidad por poner un ejemplo, creo que merece un debate más en profundidad. La tecnología va por delante del debate, y estamos renunciando a cosas, que cuando menos, merecen una reflexión.
-¿Ya tienen fechas de presentación del disco en Sudamérica y en Uruguay específicamente?
-Bueno, empieza la gira en enero por España, estaremos unos meses en España, luego empezaremos la Gira por Latinomérica por el norte, por México, y de ahí iremos bajando, así que el Cono Sur ya será para setiembre.
La Llamada – Canciones:
1. Apenas se nada de la vida
2. Candombe para olvidar
3. Pequeña bachata mediterránea
4. El día de la ira
5. Rebelión en Hamelin
6. Éramos tan jóvenes
7. Quisiera
8. Mi problema
9. La casa y el lobo
10. Absoluto
11.Te vi
12. Ahora que te encuentro
13. La llamada
Imagen portada: Facebook del artista
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