“Es pura causalidad que viva de la fotografía. Sólo que me costó creer que así sería”. Con estas palabras comienza la biografía en la propia web de Inés Filgueiras.
Realizó numerosos cursos y talleres, y compartió espacios con personas de las que está convenciada que han dejado una huella: Anabella Balduvino; Panta Astiazarán; Jorge Ameal; Daniel Caselli; Marjan Van Doorselaer; Dina Pintos; Diana Mines; Analia Piscitelli; Xoán Anleo; entre otros.
Hoy día trabaja en una unidad de comunicación ministerial y también de manera independiente.
Indagando sobre los por qué de esa causalidad de la que ella habla al comienzo, y sabiendo de antemano su pasión por la fotografía, es que la entrevistamos para que forme parte de Clic, el ciclo de COOLTIVARTE donde los fotógrafos tienen la palabra.
“Voy lenta y sin apuros no utilizo las ráfagas o múltiples disparos”
-¿Cuándo empezaste a hacer fotografía?
-Cuando tenía 23 años, renuncié en un estudio de abogados en el que trabajaba y con el dinero recibido me compré una Olympus Trip 35 usada, me fui a vivir al campo y desde entonces estoy con y en la fotografía.
-¿Qué es lo que más te entusiasma de la fotografía?
-Me hace sentir feliz y contenida.
-¿Qué destacas de la experiencia de estar trabajando profesionalmente en fotografía?
-Es muy reconfortante poder vivir de lo que me gusta, aunque muchas veces no significa hacer algo con lo que esté de acuerdo o lo que en verdad quiero.
-¿En qué piensas cuando estas encuadrando?
-Si pudiera no pensar estaría bárbaro. Me guío por la intuición y lo que el otro/a me despierta. En mis trabajos autónomos siempre escribo primero.
-¿Cómo se te ocurren las ideas? ¿Tienes una libreta de apuntes?
-Me río….sí claro!, muchísimas libretas, libretitas, cuadernos. Me encantan las libretas pequeñitas y las encuadernaciones artesanales. Están llenas de fechas, dibujos, lluvias de ideas, citas, canciones. Están llenas de trabajos en proceso adormecidos.
-¿Cuántas tomas realizas hasta conseguir la imagen que quieres?
-Voy lenta y sin apuros no utilizo las ráfagas o múltiples disparos.
-¿Qué hace que una imagen llame más la atención que otra?
-Que tenga un sentido. Que de cuenta de lo que necesito expresar.
-Con la aparición de las cámaras digitales y la cantidad de disparos ¿se mira menos?
-Lo que ve menos es mi astigmatismo miópico, mi actitud y lo que busco miran según mis propios cambios y búsquedas.
-¿Qué esperas de la gente al ver tus fotos?
-En éste presente que las miren ya es maravilloso.
-¿Qué opinas del derecho de autor de la imagen y su relación con las redes sociales?
-Que es un derecho. Que no debe ser vulnerado como tantos otros. A mi me importa mucho saber quien dice, quien opina. Las redes son fabulosas; para los docentes, para la democratización de la información para viajar en todos los sentidos, para cultivarnos. El problema siempre somos nosotros/as y nuestra ética en cuestión.
-¿Es posible vender fotografías en Uruguay?
-Si aunque parece que para ello hay que reinventarla, maquillarla, disfrazarla, recrearla.
-¿Qué te parece que hay que hacer para fomentar la fotografía en Uruguay?
-El Centro de Fotografía lo hace muy bien y es un orgullo para todos.
-¿Se puede vivir acá de la fotografía?
-Cuesta, es un logro que depende de las necesidades e intenciones.
-¿Qué consejo darías a un fotógrafo que recién empieza?
-Consejo ninguno, que se enamore.
-¿Estás trabajando en algún proyecto que nos puedas contar?
-En proceso “Rastros de Fe” es un trabajo que se caracteriza por estar abierto en forma permanente; estoy terminando “Amor con Amor se paga”, un homenaje a mi madre y hay otros que demandan tiempo y van ganando un espacio pero son proyectos para dos o tres años.
Imagen portada: Gentileza de la entrevsitada
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