Viva la locura cuerda de los cuerdos locos, los movimientos de cabezas al aire, el vértigo de la bajada y la subida, los saltos acompañados de otros cuerpos, la orgía de seres rompiéndose y formándose de nuevo hasta llegar al climax.
Viva el trance, la pérdida instantánea del conocimiento, el grito anunciando la herida abierta.
Vivan los instrumentos de cuerda, los instrumentos de viento, las baterías y los muchachos buenos brillando sobre el escenario.
Vivan las respiraciones forzadas, los aullidos, la oscuridad, los corazones en delirio y la caída en estado de drogadicción sin drogas en la sangre.
(Susurros)
(Silencio)
Y descubrir la esencia “viajando en un tiempo fugaz” porque “el horizonte se incendiaba” con “el poeta y el amor” y todo está hecho “a mi manera” por tanto “no preguntes quien soy, soy solo lo que ves”… y así, crear un texto hasta el infinito con todas las letras de las canciones de Buenos Muchachos.
Y sí. Que viva la locura cuerda de los cuerdos locos.
Crónica: Lucía Baltar
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