
¿Cómo describir lo mejor posible una noche cargada de tanto talento y emociones?
“Empezá por el principio” dirían los consejeros más prácticos, como si la noche no nos hubiera llevado a volar de un lado al otro sin entender mucho dónde inician y terminan las historias.
No por casualidad Laura Canoura se presentó en el mes de Marzo con este disco “La Mariposa Monarca”. Mujer, cantante, referente de la música Uruguaya, de las músicas Uruguayas, con más de 40 años de trayectoria, se tomó la dedicación de investigar 160 Cantautoras y Compositoras Uruguayas para realizar su último trabajo discográfico. Luego de una labor exhaustiva, 30 entrevistas y la selección de 15 temas, 6 fueron los que junto a Soltar tu mano de Luciano Supervielle y 3 de su autoría, forman su último lanzamiento. Un repertorio muy femenino, y con mucho recorrido. Al igual que el de las Mariposas Monarcas que recorren cientos de kilómetros, salen, paran, dejan huevos, Laura Canoura llegó acompañada en una especie de bivaque o percha.
Abrió el telón y sin dar permiso al aplauso, comenzó a sonar Runaway, la cual inicia su nuevo álbum. Una canción cargada de ausencia, la de Lisandro Aristimuño quien prestó su voz, aguda y bella, para acompañar virtualmente esta noche. Ausencias en la letra y ausencias en el poema con cuál termina, poema interpretado de una manera muy visceral y propia, que caracteriza a Canoura. Sin dudas a su padre le hubiera encantado libar de la flor que su madre tenía en el pelo aquel día, tanto como de la voz de su hija esta noche, sorber delicadamente cada nota que cuenta sobre quienes estuvieron, y quienes no, quienes lo hicieron y quienes, desde afuera, lo vieron.
Luego, Qué pasa con estos humanos, canción que Canoura aprovecha para bailar junto a Juan Pablo Chapital en guitarra (y dirección musical de la banda), Jota Yabar en guitarra, Nico Román en bajo y Martin Ibarburu en batería. El FunFun quedó muy chico para alguien que sabe lo que quiere decir, que se pregunta ¿qué quiere cantar? ¿dónde están esas canciones? que arma repertorios con conocimiento, y convicción, dando lugar a temas como el sucesivo, Aquel vestido floreado. Una canción de mujeres que no solo habla de amor, sino de la violencia que sufrimos, de la realidad de muchas, sino todas, que sin el mismo contexto social o educación somos agredidas de diversas maneras.
Junto al bombo legüero y los aplausos del público, a ritmo de folklore Argentino (más allá de ser de Ana Prada) suena Tierra adentro también con una interpretación muy propia y una firmeza única. Seguida, Si ya no estoy con vos de Julieta Rada, apelando a graves, a que se escuchen sus respiraciones, a la sensualidad con la que luego siguió cantando El ángel recordándonos lo fugaz del futuro.
Entre polen, flores y vuelos, un color añejo se hizo presente, junto a la canción de Maia Castro, Calendario amarillo, tambien cargada de tiempo, sentimientos y la voz del Chapa formando una melodía dulce (como su guitarra).
Volviendo al folklore argentino, Puntos cardinales de Carmen Pi, con Ricardo Mollo también acompañando virtualmente, describiendo más caminos y viajes, y haciéndonos volver mediante un ejército de mariposas a nuestra niñez y esa voz que nos dice ya pasó, como un sana sana luego de una caída. Seguido, Canoura se “sacó las ganas” de cantar un bolero junto a Juan Pablo Chapital en guitarra (¡que lujo!).
Como si ya la presentación de su nuevo disco y la banda que la acompaña no fueran motivo suficiente, Canoura se dio el gusto de invitados como Nicolás Ibarburu para cantar otra así a dos guitarras, Pinocho Routin y Edú Lombardo para hacer sonar Murga madre volviendo a sus comienzos, Leo Masliah para cantar Biromes y servilletas, Luciano Supervielle para interpretar el último tema del nuevo disco, Soltar tu mano compuesta en palabras de Canoura por el lado más femenino de Luciano. A la vez, el Piano del solís, siendo excusa de grandes invitados, recibe a Javier Toledo, junto al conjunto nacional de música de cámara del Sodre, para interpretar Mujeres como yo y La vie en rose que junto a su cajita musical nos transportó a una película de Jean Pierre Jeunet.
Telón de por medio, Canoura compartió un texto de Clarice Lispector, cargado de reflexión, de experiencias, decepción, soledad, búsqueda de identidad y por supuesto, Amor. Para luego cantar Mucho, e ir volando a sus comienzos en Rumbo, junto a la banda que la acompañó esta noche y durante todo el disco, con la que también cantó Fotograma en blanco y negro, Al sur de tu corazón (volando nuevamente por Francia), Puedes oirme, El mar en un andén (de Samantha Navarro) con un final muy Chapital y acordes de In my life, y Detrás del miedo, cerrando la noche con el Solís lleno de Mariposas, flores y un público que largo más de un lagrimón.
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