Una película de Pablo Hernán Zubizarreta
Estreno 23 de agosto
UN CORO DE MUJERES ELOGIA A “NO VIAJARÉ ESCONDIDA”
Es imposible permanecer indiferente ante la historia de Blanca Luz Brum, la poetisa uruguaya que está en el centro de la película No viajaré escondida, a estrenarse el próximo jueves 23 de agosto. Eso lo reflejó un grupo de mujeres de notoria trayectoria pública, tras ver el film dirigido por Pablo Zubizarreta. Todas coincidieron en advertir que prácticamente se trata de un acto de revelación sobre una personalidad provocativa y polémica, que la historia quiso esconder, dejándola apenas como un dato al margen cuando se hace referencia a ella.
Es que Blanca Luz no escapó a la condición de “esposa o mujer de” un hombre famoso. Tras venirse de Pan de Azúcar a Montevideo, a los 16 años se casó con el poeta peruano Parra del Riego; a los 21 lo hizo con un miembro del poderoso grupo propietario del diario El Comercio; a los 24 se fue a México en pareja con el muralista David Siqueiros; a los 30 se casó con un ingeniero y político chileno; a los 43 lo hizo con un alto ejecutivo. De esas relaciones tuvo cuatro hijos y a dos de ellos vio morir en accidentes automovilísticos. Esa intimidad agitada, aventurera y trágica estuvo salpicada, según versiones, por relaciones con otros hombres famosos (Perón, por ejemplo), fácilmente creíbles si se tiene presente la poderosa belleza de Blanca Luz y su capacidad para estar en el lugar y en el momento adecuado.
Si algo jerarquizaba el accionar de esa mujer que fue abandonada por su padre siendo muy chica, fueron los escenarios históricos sobre los que quiso incidir. Desde los tempranos años de militancia en el Partido Comunista de Uruguay, su adhesión a las ideas de Mariátegui, las desconfianzas que desató en la interna del Partido Comunista de México, su admiración por la causa sandinista y su trabajo para que Perón se convirtiera en líder de un movimiento propio, para después ir deslizándose hacia ideas más conservadoras, hasta sentir miedo cuando Allende gana en Chile para terminar apoyando el golpe de Pinochet.
Es un cóctel vital muy poderoso. Por eso Beatriz Argimón observa que No viajaré escondida revela “lo que significaba ser libre” para una mujer latinoamericana del 900, mientras que Mónica Botero ubica a la película como parte de la exhumación de las mujeres en la historia, un esfuerzo que antes incluyó los libros de Graciela Sapriza y Hugo Achugar. “Era tan pero tan mujer que no se podía tener la más mínima posesión sobre ella”, afirma Catalina Ferrand. “Es una historia que recuperás porque ella estuvo con hombres famosos”, dice Lilián Abracinskas, “cuando ella en realidad tuvo una incidencia enorme (…) Hay una cosa de invisibilidad tras los hombres que sabemos existieron. Ella estuvo en los albores de lo que fue romper con el mandato”. Como expresa Patricia González, “¡qué fácil es borrar a las mujeres de la historia!”.
Poder descubrir un personaje, o profundizar el conocimiento sobre él es el primer acierto que se le reconoce al director Pablo Zubizarreta. “Es muy gratificante ver esta película”, asegura Valeria Tanco. El del cineasta argentino es un mérito mayor, considera María Inés Obaldía: “no sé si Blanca Luz ilumina todavía, en todo caso delinea más sombras sobre nosotros”. A ese coro de admiración se sumaron María Julia Muñoz (“la película es maravillosa” al atender a “una mujer que se construyó a sí misma”, comenta la ministra) y Mónica Xavier, para quien lo que se muestra da para hablar mucho, aparte de tener “una historia recreable”.
ESTRENO 23 DE AGOSTO
SALA B NELLY GOITIÑO
GRUPOCINE PUNTA CARRETAS
LIFE PUNTA DEL ESTE
MOVIE CLUB SAN JOSÉ