Que saludable para el espíritu de uno es poder compartir esa sensación de saberse estar en el lugar correcto en el momento indicado junto con algunos otros, como sucedió esta noche de jueves en Bluzz Live. El motivo, la oportunidad de ver de cerca a Jeremy Irons and The Ratgang Malibus, creadores del notable “Spirit Knife” (2015, Small Stone Recordings), con el cual ya dejaron de ser una grata promesa – luego de los excelentes “Elefanta” (2009) y “Bloom” (2011) – para convertirse en una realidad de esas que dos por tres aparecen y que escupen ese estúpido cartel que cita “El Rock ha muerto”.
La velada organizada y amenizada por la gente del colectivo Estampita Records, entre discos, casettes, libros, vinilos y demás suvenires, documentos salidos de las mentes creativas de una parte de nuestro under que vive y late a diario por nuestras calles, comenzó con Los Mostachos (dueños de ese excelente y caótico “Kozmonauta” salido ya hace poco más de un año), una dupla en vivo (batería y guitarra) que lleva a la hipnosis colectiva al instante, demostrando que 2 pueden ser multitud, a puro palo, entre climas, efectos, pedales y distorsiones, de menos a más hasta que te revienten los tímpanos (puede ser la consigna), salieron sus notas por los parlantes que parecieron explotar. Fue una buena oportunidad para verlos luego de su pequeña gira por los Buenos Aires de la mano de la gente Cincope Records.
(Próxima fecha Montevideana, 4/12, junto a Nina e Imao en Tundra Bar).
Luego, llego el turno de Amëba, quienes invadieron el lugar de grandes y extrañas canciones y de mucho Rock deforme, espacial, potente y melodioso, en lirica portugués psicótica (excelente versión de Globão incluida).
Entre bailables pistas, a cargo de DJ El Sicodélico, sonaban “Private idaho”, “My sharona”, mientras algunos de los presentes se animaban a pelotear un poco en la luminosa led mesa de PING PONG cortesía de la gente de Jägermeister para la ocasión.
De esta manera la espera por el plato fuerte de la noche fue puro disfrute y entre que los músicos probaban sonido y comenzaron los primeros acordes, Jeremy Irons ya sonaba fuerte frente a nosotros.
Guitarras distorsionadas, al palo o creando climas por momentos, suben y bajan, entre punteos que vuelan sobre riffs que se repiten, mientras el bajo y la batería saben hacer muy bien lo suyo. Sumado a esto, la voz de Karl Apelmo, sobre las notas, entre agudos, ecos, efectos y un tono que rememora al gran Robert Plant (salvando las distancias) por momentos, colocan a la banda en un sitial de culto, entiéndase esto como quien crea desde la influencia de los grandes, pero no desde sus éxitos sino desde lo más crudo y lo no comercial de su obra.
Rock psicodélico de grandes influencias, sin concesiones, de eso se trata Jeremy Irons, con tres grandes discos sobre sus espaldas y en actividad desde 2004, los oriundos de Suecia, podrían perfectamente tocar su set sobre grandes escenarios en cualquiera de esos festivales que giran por el mundo y le haría pasar un buen rato a unos cuantos, no tengan dudas, no les faltaría más de lo que vimos hoy para lograrlo, y no les quedaría para nada grande el desafío, futuro les sobra y su presente los tuvo muy cerca de nosotros en Bluzz live esta noche (como parte de su gira Latinoamericana), en una deliciosa fiesta de Estampita Records, tendiendo puentes, y mostrando parte de lo bueno que pasa en nuestro bendito Montevideo. Celebremos por todo esto y por acercar más público a este tipo de propuestas. Que se repita.
Imagen portada: Jeremy Irons and The Ratgang Malibus, Los Mostachos y Amëba en Bluzz Live – 26 de noviembre 2015 – Foto © Fernanda Aramuni
Ver fotogalería