Jimena del Río Ocampo es la nueva entrevistada del ciclo Clic, en el cual los fotógrafos ponen palabras a sus imágenes, explicando sus motivaciones y su modo de trabajar.
Jimena es de Buenos Aires, Argentina, pero su trabajo está sumamente ligado al paisaje uruguayo. Tan es así que actualmente (y hasta el 29 de febrero) expone “Sueño de una noche de tablado”, muestra sobre el carnaval, en el hall de la Casa INJU. Desde COOLTIVARTE, los invitamos a concurrir a la muestra y a compartir las respuestas que nos dejó al ser consultada.
“El derecho de autor de la imagen me parece que no debe desaparecer, al igual que las redes sociales, sólo que queda en cada profesional qué va para que lado. Hay que aprender a administrar que se difunde y por dónde, es nuestro trabajo, es nuestra responsabilidad.”
-¿Cuando empezaste a hacer fotografía?
-Desde la más tierna adolescencia, que tuve mi primer cámara. Era una de rollo de 110, rosada, horrible, pero intentaba encuadres raros, instigada por amigos pintores y dibujantes que me hablaban de la línea de fuga, la perspectiva y demás. Siempre fue como un hobby, hasta que vi a la murga Agarrate Catalina en el 2007 en Buenos Aires y empecé a sentir la necesidad de capturar muchos de los instantes que veía. A partir de entonces los cambios de cámara se precipitaron hasta llegar a la profesional, me empezaron a pagar por mis fotos y a pedirme que haga determinados trabajos. Todo se dio casi naturalmente.
-¿Qué es lo que más te entusiasma de la fotografía?
-Ese instante único e irrepetible, la adrenalina de saber que no puedo volver el tiempo atrás y hacer la foto que vi y no obturé, aprender a dejarla ir a esa foto que pasó por delante de mis ojos y no capturé más que en mi mente. También lograr decir o hacer sentir a otros mil cosas en un instante, esa milésima de segundo en que posas los ojos en una foto y te genera algo.
-¿Qué destacas de la experiencia de estar trabajando profesionalmente en fotografía?
-La gratificación de vivir haciendo lo que mejor hago y disfruto.
-¿En que piensas cuando estas encuadrando?
-En la composición, los colores, la luz y tantas cosas más.
-¿Cómo se te ocurren las ideas? ¿Tienes una libreta de apuntes?
-Suelo “grabar” en mi mente la idea y la voy modificando allí, le voy dando forma y moldeando. Hace poco realicé siete fotomontajes para un espectáculo que debían acompañar una canción y mi “libreta de apuntes” fue mi cámara y la letra de la canción.
-¿Cuantas tomas realizas hasta conseguir la imagen que quieres?
-Muchísimas. Sé que alcanzar la perfección es utópico, pero intento aproximarme lo más que puedo en el tiempo que tengo.
-¿Qué hace que una imagen llame más la atención que otra?
-Lo que transmite, su luz y su sombra, su todo.
-Con la aparición de las cámaras digitales y la cantidad de disparos ¿se mira menos?
-Eso va en cada uno, pero me aventuraría a decir que si. La tecnología nos permite ser fotógrafos a muchos que de otra manera nos sería muy difícil o casi imposible, pero como contrapartida está el menosprecio por la profesión, es más difícil lograr que se respete la diferencia. Es muy común escuchar “Ah! Pero esa cámara saca re buenas fotos”, olvidando que no son las herramientas las que hacen el trabajo, que la guitarra no toca melodías por si sola, que la cámara no saca lindas fotos, sino nosotros.
-¿Qué esperas de la gente al ver tus fotos?
-Que puedan ver algo que ya vieron mil veces de una manera distinta, nueva, mejor, que se enamoren de que o quien aparece en la fotografía.
-¿Qué opinas del derecho de autor de la imagen y su relación con las redes sociales?
-Gracias a las redes sociales soy fotógrafa profesional, allí di a conocer mi trabajo y comenzó a ser valorado. Es una herramienta de difusión extraordinaria, pero no para publicar todo lo que se saque. Hay fotos que hay que guardarse ya que valen mucho esfuerzo y hay que hacerlas respetar, ya que el abuso en las redes sociales abunda. El derecho de autor de la imagen me parece que no debe desaparecer, al igual que las redes sociales, sólo que queda en cada profesional qué va para que lado. Hay que aprender a administrar que se difunde y por dónde, es nuestro trabajo, es nuestra responsabilidad.
-¿Es posible vender fotografías en Uruguay?
-Si, hay varias posibilidades, cada cual, según su estilo, encuentra el cómo y el dónde.
-¿Qué te parece que hay que hacer para fomentar la fotografía en Uruguay?
-Me parece que la fotografía en Uruguay está muy bien fomentada, comparando con Buenos Aires, lugar del que vengo y soy oriunda. Lo que noto aquí es que no es tan respetada y es más difícil lograr abrirse camino, pero es hermoso estar en un lugar donde se hacen muchísimas muestras al aire libre y casi todos los espacios tienen exposiciones.
-¿Se puede vivir acá de la fotografía?
-Si, es difícil pero se puede. Hay muchos fotógrafos talentosos trabajando para dentro y fuera del país, cada cual con su estilo y generando ideas que resultan innovadoras.
-Como fotógrafo ¿Qué tan difícil es acceder a galerías y salas para exponer?
-No es complicado, para nada, y eso es maravilloso. Sólo requiere paciencia para hacer la presentación del proyecto y que lo aprueben.
-¿Qué consejo darías a un fotógrafo que recién empieza?
-El mismo que recibí yo hace unos cinco años de parte de una fotógrafa francesa que conocí en Colonia: Hay que ver la luz. Suena místico, pero es una realidad relativa a la sensibilidad. Cualquier cosa, cualquier escena, todo, con la luz adecuada es un placer a la vista, nos llama mirar.
-¿Estás trabajando en algún proyecto que nos puedas contar?
-Actualmente estoy exponiendo en el hall central de Casa INJU en el marco de una muestra de carnaval.
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