El pasado miércoles 21 asistimos en Tractatus, ubicado en la Ciudad Vieja, al recital del destacado músico, compositor y productor local Alejandro Ferradás, quien cuenta con un curriculum realmente muy importante (iniciado con su banda Séptimo Velo en 1986), que lo vincula o ha vinculado artísticamente a personalidades de la primera línea del ambiente artístico local como Mauricio Ubal, Eduardo Darnauchans, “Dino”, Tabaré Rivero, Walter Bordoni, Jorge Nasser, Shyra Panzardo, entre muchos otros, ya que Alejandro, además de participar como músico en muchos proyectos musicales de otros artistas, lo hace también como productor, siendo responsable de buenos trabajos en ambas vetas, además de llevar adelante una interesante carrera como solista. Comentario aparte merece el lugar, ya que además de boliche, Tractatus se impone como una propuesta locativa que no es usual en la ciudad, contando con una muy buena ambientación, y amplitud en sus diferentes espacios, que incluyen un hermoso teatro.
La banda comandada por Ferradás, un trío que tiene como integrantes a Santiago Peralta en bajo y Ariel Iglesias en batería, brindó un recital sólido, musicalmente compacto, lo suficientemente largo como para quedar satisfechos, y lo suficientemente corto para quedar con ganas de algún bis, como pasó, es decir no hubo. El comienzo fue con el tema “Tres Cruces” de su disco “Noche Africana” de 1995, en un inicio con mucha energía, manteniendo la atención de los presentes a lo largo de todo el show. Luego sonó “Cualquier día”, de la misma obra discográfica, para saltar ya a tocar dos temas seguidos de su último trabajo en estudio “Intemperie”, editado el año pasado como son “Escape” y “CTI”, para retroceder otra vez en el tiempo e interpretar nuevamente canciones de sus discos anteriores como “Bitácora” del disco “En Buenos Términos” de 2009 y “Sol de Magrebí” del trabajo “Mundo Aparte” de 2002, para volver a “Intemperie” con “Encallados”, cerrando seguidamente una primera parte del show con “Pasa el tiempo”, de Gastón Ciarlo, el gran “Dino”. Una primera parte bien lograda, que mantuvo a la gente expectante para la segunda parte del show, que comenzó algunos minutos más tarde.
El show recomenzó con “Americano viejo” (de “Mundo Aparte”), para dar paso a una versión de la hermosa canción de Fernando Cabrera “El tiempo está después”. Seguirían luego tres temas al hilo de “Intemperie”: “Ver mejor”, “Doméstica” y “Botiquín”. Merecido destaque merecen sin dudas tanto Santiago Peralta como Ariel Iglesias, que circundan musicalmente de manera perfecta a Ferradás. A partir de este momento, la banda se despacharía con un último tramo de temas todos de artistas con los que él estuvo o está muy vinculado, (además de Cabrera y Dino, por supuesto). Sonaron entonces “Cápsulas”, musicalizada por Eduardo Darnauchans y cantada y grabada por él, pero con texto perteneciente al poeta colombiano José Asunción Silva, como un homenaje de Ferradás al inolvidable “Darno”, siguieron luego “Y la nave va” de Los Buenos Muchachos, “Sonríe” del proyecto musical en conjunto con Tabaré Rivero, Dino, Walter Bordoni y Darnauchans, llamado Los Kafkarudos, para cerrar la noche con la canción “Tus abrazos”, de Jorge Galemire, en un homenaje al influyente músico, letrista y cantante, fallecido en junio de este año. Alejandro Ferradás nos regaló una noche en la que los sonidos y las palabras congeniaron de manera simple pero profunda, cálida y precisa, dejando como ya se ha escrito con ganas de más música una vez concluido el espectáculo. Artista de perfil bajo, pero de permanente actividad, Alejandro Ferradás es de esos músicos que otros requieren inmediatamente al momento de buscar algún colega con experiencia, que sepa cómo hacer bien las cosas, entonces es lógico que cuando el propio Ferradás sale a escena con su banda, la calidad sea la constante.
Imagen portada: Alejandro Ferradas – Fotos Karinna M. Cor
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