Manteniendo el legado ramonero
El pasado miércoles 22 de noviembre de 2023, asistimos al show que brindó, en su tercera venida a Uruguay, el emblemático ex baterista de The Ramones, Richie Ramone, nombre artístico de Richard Reinhardt, que viene desarrollando una nueva gira por tierras sudamericanas. La fecha se completó con las bandas locales Cataumbo y The Moors, las cuales abrieron en ese orden la noche, que prometía mucho rock, y cumplió sobradamente.
Se debe decir que Richie fue baterista de Los Ramones desde febrero de 1983 hasta agosto de 1987, grabando tres discos fundamentales de la carrera de esta banda en los 80´s, como son «Too Tough To Die» (1984), «Animal Boy» (1986) y «Halfway to Sanity» (1987). Fue el único baterista en participar como vocalista líder en canciones de Los Ramones, incluyendo «Can’t Say Anything Nice» y la inédita «Elevator Operator», además de varios demos. Es el único baterista de Los Ramones que compuso y escribió seis canciones del grupo, entre las que están «Humankind», «Somebody Put Something in My Drink«, «I Know Better Now» y «I’m Not Jesus«. Además participó como baterista en el segundo álbum solista de Joey Ramone, llama «Ya Know?», publicado póstumamente al fallecimiento del vocalista. Luego de su salida de Los Ramones, Richie participó en otros proyectos musicales, además de establecer una carrera como solista, editando tres discos en esta condición.
Con el recinto colmado, los primeros en subir al escenario fueron Catatumbo, un cuarteto potente, con un sonido y estética que los vincula al industrial, con una puesta en escena shock-rock, con vestuario y actitud acordes. La banda oscila entre la performance, la parodia y el caos, logrando impactar, y dejando una buena impresión. Un momento interesante del show de esta banda fue la versión que hicieron del clásico de Madonna «Material Girl», dejando el escenario muy festejados. Luego subieron The Moors, banda de horror punk local, con 15 años de trayectoria, y con un público propio que acompaña, canta y agita las canciones de la banda liderada por Javier “Contador” Piquinela, quien estuvo en la gestión de esta venida a Uruguay de Richie Ramone. The Moors es una banda que tiene una intensa actividad en la escena de rock local, desplegando siempre un extenso listado de temas, que recorre sus varias publicaciones discográficas, incluyendo el destacado «Kreatuphobia» del 2019, tocando también el tema estrenado este año llamado «Presencia». The Moors ya tienen hace mucho nombre propio en la escena rockera local, retirándose del escenario también muy ovacionados, dejando la energía bien arriba para recibir al artista principal de la noche, Richie Ramone.
Para cuando subió Richie y su banda al escenario, el público ya estaba más que encendido para disfrutar el plato fuerte de la noche. Muy ovacionado, Tanto Richie como los otros dos Ramones que quedan vivos Marky y CJ, saben que tiene en Sudamérica un público que los banca y aclama cuando vienen, sobre todo en el cono sur de este continente. Richie además está presentando su último disco solista llamado «Live to Tell», editado este año, y también su libro «I Know Better Now, my life before, during and after The Ramones», del cual firmó ejemplares al finalizar su show. Como era de esperarse, el set list de temas estuvo integrado por clásicos de Los Ramones, además de temas de su carrera solista.
El inicio con la instrumental «Durango 95», dio paso a ya de pique un clásico de Los Ramones como «Teenage Lobotomy» con Richie en la batería, para luego pasar al frente y cantar, en el papel de frontman, secundado por la bajista Clare Misstake, que se ancargó del famoso grito de guerra «1, 2, 3, 4…», además de guitarra y bajo, en un formato punk tradicional. A partir de ahí se desató la avalancha musical ramonera. En seguida vino otra bomba como «Somebody Put Something in my Drink», y luego de varios clásicos ramoneros más, esos infaltables, llegó el himno “Blitzkrieg Bop”, un momento alto de la noche, a todo “Hey ho, let´s go”, grito de guerra ramonero y punk. Sólo para mencionar algunos temas de Los Ramones, sonaron, entre otros, “I don´t care”, “Howlin´at the moon”, “Animal Boy”, “Warthog”, “Sheena is a punk rocker”, (claramente otro punto alto del show), “I wanna live”, o “I believe in miracles”, cerrando el show con “Rockaway beach”. Otro momento alto y muy celebrado promediando el show fue la sorprendente versión de “Enjoy the silence”, de Depeche Mode, una muy buena adaptación al estilo de Richie, que también se despachó con la versión ramonera conocida del clásico de Credence Clearwater Revival “Have you ever seen the rain”. El set list estuvo integrado también por temas de sus tres disco solistas «Entitled» (2013), «Cellophane» (2016), «Live to Tell» (2023), mezclados entre los temas de Los Ramones. Así Richie cantó de sus tres discos solistas “Smash you”, “I know better”, “Pretty poison”, “Who stole my wig”, “Las time”, “I Fix This”, “When the night”, “Live to tell”, “Suffocate” y “I´m not ready”, demostrando que si bien canta muchas de esas canciones de Los Ramones que todos queremos escuchar, su repertorio tiene mucho de su propia carrera como solista, lo que le da una impronta más personal y propia, no limitándose a versionar temas de la banda que lo hizo famoso. Su carrera como solista es también de destaque, de modo que no depende exclusivamente de las canciones de Los Ramones para armar un listado de temas.
La banda de Richie está integrada además de por Clare Misstake en bajo y coros, Rodrigo Goñi (Chory Von Creeper), guitarrista argentino integrante de la banda Los Wezos, y el baterista Chris, quien tocó casi todo el show.
El recital finalizó justamente con “Rockaway Beach”, y todos contentos. El público y Richie conectaron a lo largo de todo el show, hay una reconocimiento que el público le hace, que se parece bastante al agradecimiento por hacer revivir esa mística ramonera. La sensación de ver en vivo a Richie Ramone es la misma de ver a los otros dos ex Ramones Marky y CJ, esa de poder revivir aunque sea de esta manera a través de ellos la mística de Los Ramones, ellos portan esa llama y no la dejan apagarse, y eso, nosotros, los ramoneros lo valoramos y agradecemos.