Cuna de algunas de las bandas de mayor renombre de la historia del rock argentino, La Plata mantiene al día de hoy su carácter de cantera inagotable de artistas. En ésta ocasión, conversamos con Nada Interfiera, una banda fundada hace más de 10 años que comenzó 2021 de manera particularmente enérgica, con una sesión en vivo en Romaphonics y la edición de un EP grabado en los míticos Estudios Panda de la Ciudad de Buenos Aires.
–La Plata es conocida no solo en Argentina sino en la región toda por su tradición musical. Me vienen a la mente Los Redondos, Virus y El Mató a Un Policía Motorizado como ejemplos de artistas con propuestas muy distintas, y con una capacidad única para interpelar a públicos de generaciones muy diferentes. ¿Cómo es desarrollar una carrera musical en un contexto con tanta historicidad?
–Desarrollarse es difícil siempre porque uno tiene que hacer frente a todo un aspecto económico para generar una inercia y llegar a la gente con la difusión. Y como decís, La Plata es una ciudad con muchísima riqueza musical y muchísima diversidad. Hay un montón de bandas que suenan muy bien, y siempre hay que exponer la música de la mejor manera. Y uno siempre trata de hacerlo con responsabilidad, conectándose dentro del rol que le toca cumplir, dentro del género que a uno le gusta hacer y armando su estilo y su identidad en función de eso, con la esperanza de un día lograr ser parte de esa historia.
–En términos creativos, ¿qué buscan exteriorizar con su música? ¿Cómo suele ser su proceso compositivo?
–Hablamos del amor, de nuestras vivencias. Tratamos de dejar un mensaje positivo. Spinetta decía que la música es el alimento del alma, y hay gente que necesita un canal para exteriorizar sus emociones. Creo que el rol que uno tiene que cumplir como artista es darle a la gente el medio para poder desahogarse, para sentirse mejor. Nosotros creemos que las canciones ayudan a mitigar el dolor de ciertos procesos que nos toca vivir, y ese es el rol que uno trata de cumplir como artista, y a lo que uno apunta: no hacer música solo por hacer música, no solo subirse a un escenario por tocar, sino a hacer todo eso para dejar algo.
–¿Y qué interiorizan ustedes cuando manifiestan su arte? ¿Qué emociones buscan encontrar sobre el escenario?
Nos emocionamos mucho cuando hacemos un show, porque más allá de que uno busca que salga bien desde el lado artístico y brindarle lo mejor al público, también la idea es tocar naturalmente para poder conectar con las personas. Porque eso es lo más importante de hacer música en vivo: transmitir el arte, hacer vibrar a la gente. Llegar con las letras es la idea, cuando uno compone busca dejar un mensaje. Que la canción no solo guste porque musicalmente haya tenido un buen impacto, sino porque la letra dijo algo.
–¿Han tenido la posibilidad de presentarse en otros países, o al menos ante un público que difiriera sustancialmente de su público habitual, en otra ciudad o provincia?
–En otros países no presencialmente, pero si nos escuchan de diferentes lados como ser Colombia, México, Australia, Canadá, Estados Unidos, Ecuador, Japón… Nos encantaría poder exponer nuestra música presencialmente, porque siempre que tocamos lo hacemos con una energía distinta a la del disco. Esperemos que se dé pronto, hay muchas ansias por poder llevar nuestra música a otros países y otras culturas.
–Éste año lo comenzaron con un ímpetu renovado. Primero, filmaron una sesión en vivo en Romaphonics, y luego grabaron un EP en Estudios Panda. ¿Ocurrió algo durante los meses más cruentos de la pandemia que los llevó a revalorizar o redescubrir o redimensionar su vocación, y que derivó en toda ésta actividad?
–Lo que creemos que ocurrió es que había una necesidad imperiosa por mostrar más nuestra música. Había muchísima gente que siempre nos alentaba y nos decía que estaba bueno lo que hacemos y quisimos llegar a otro nivel, porque uno necesita hacerse masivo para dar a conocer más ampliamente su música. Eso fue lo que nos motivó, entendimos que las personas encuentran un refugio a sus problemas en las canciones, y había que compartirlas con los demás.
–¿Cómo fue el proceso de grabación en esos estudios legendarios de la Ciudad de Buenos Aires? ¿Cuál fue la diferencia que más se hizo sentir con respecto a sus anteriores experiencias en estudios de grabación, y cómo contribuyó el productor con el que trabajaron a éste proceso?
– La mayor diferencia de esta grabación con respecto a las anteriores creo que la dio la calidad de equipos que había en el estudio, que llevaron todo a otro nivel.
Grabar en Panda fue una responsabilidad enorme, porque sabíamos que ahí no podía salir mal, que íbamos a jugar en primera. Y la experiencia fue alucinante. Miguel Krochik (el dueño) nos dijo que nosotros no necesitábamos productor para grabar. Como lo hizo Soda, o Sumo, que ellos no tuvieron productor. Creo que eso fue lo mejor que nos llevamos de ésta experiencia, que el dueño de un lugar con tanta historia y que fue parte del rock nacional habiendo grabado a todos, desde que empezó allá con “Yendo de la Cama al Living” de Charly García nos haya hecho ese reconocimiento, y nos dijera que sonábamos bien y que estábamos afilados.
Y si bien productor no hubo, sí contamos con el técnico de grabación de Panda, Leo López. Él le dio su toque con nosotros en la mezcla, le puso su magia extra en base a su experiencia. Leo está constantemente grabando a bandas, tanto profesionales como no tan conocidas, y eso le da un balance muy bueno.
–¿Siempre tuvieron claro que «Déjame Brillar» iba a ser el corte de difusión, o fue una decisión que se tomó conforme las canciones iban asumiendo su forma definitiva en el estudio?
–»Déjame Brillar» es una canción que grabamos por primera vez en 2011. Charly [Carlos Bietti, bajista y vocalista] cuando la compuso sabía que iba a ser una gran canción, pero no se sé si pensó en ella como un corte de difusión hasta que la gente la empezó a elegir en los shows. Y cuando empezamos a sonar en una radio acá de La Plata (la Red 92), los conductores le dijeron que el público siempre elegía esa canción, por lo que creímos que algo debía tener. Y entonces decidimos volver a grabarla en Estudios Panda, apuntando a ella ahora como corte de difusión.
–¿Qué les gustaría destacar sobre el resto de las canciones que integran el EP? ¿Qué papel desempeña cada una de ellas en la experiencia que quieren transmitir?
–Se podría destacar que logramos tener una identidad con la banda. No nos encasillamos en un solo género, no es pop, o rock, o new wave. Las canciones no son iguales entre sí, pero el que es seguidor de la banda te dice «esto es Nada Interfiera». Y eso es gratificante.
–¿Cuáles son sus planes a corto y largo plazo? Tengo que asumir que una banda que existe desde hace más de una década ya tiene material suficiente como para grabar un álbum completo. ¿Es eso una prioridad? ¿O van a enfocarse en presentar éste EP durante el resto de 2021?
–¡Nos gustaría hacer todo a la vez ! [risas] Pero no se puede, grabar es una inversión muy grande, sobre todo en estudios de esta dimensión. Todo el material que está pululando por ahí queremos grabarlo bien en Panda, y hacer un disco como corresponde, de manera física. Pero por el momento vamos a enfocarnos en éste material, y en su promoción. En volver a los shows en vivo que tanto se extrañan, en conectar con el público y que nos pueda conocer más gente a quien darle un poco de música, de letra, de poesía, y todo lo que haga falta para que se lleven algo de nosotros de cada show al que vayan.