Una elaboración permanente no sobre el mundo de la fe sino sobre la fe en el mundo alimenta las canciones de “Fe”, disco debut del uruguayo Javier Vázquez. El álbum (producido por Nicolás Arnicho, y con un sonido instruido en el blues, género predilecto del autor) fue editado independientemente a inicios de 2014. Hasta ahora, Vázquez había condensado la impronta del disco en la seis cuerdas de una guitarra acústica, y presentado sus canciones en solitario por bares montevideanos. La presentación con una banda había sido pospuesta por razones tanto personales (su paternidad) como profesionales (principalmente, la complejidad que implica presentar un disco en un esquema colectivo, con una banda ensamblada solo para ese propósito).
Y superar ese umbral estilístico era claramente uno de los cometidos de la presentación oficial de “Fe”, que finalmente tuvo lugar el martes pasado en el teatro del centro cultural Tractatus.
El DJ Daniel Andino cumplió la misión de franquearle el acceso al público, construyendo un clima de pista de baile y acompañando a la banda en el primer tema de la noche, una reversión medular de “Hueles Bien”. Vázquez y la banda (Moyi Figueira en bajo, Mateo Ottonello en batería y Pablo Marichal en teclados) comenzaron entonces a transitar las doce canciones del álbum, desmarcándolas del tratamiento acústico al que habían quedado confinadas hasta ahora.
El primer segmento del espectáculo concluyó con la canción titular y “Reposición” – dos de los cortes del disco, y dos de sus momentos más resplandecientes. Vázquez invitó entonces al músico Paco Pintos al escenario, y el bajista de La Triple Nelson acompañó a la banda en dos de las canciones más dinámicas de la velada.
Este fragmento dio pie a una breve intervención en solitario, con el autor estrenando un tema que aún “no existe de otra forma”, titulado “Sueña Con Un Mundo Mejor” y que sonó especialmente acorde en el refugio íntimo de una guitarra acústica.
Con la banda completa reunida definitivamente, fue el turno de “Diferente” (canción que tuvo una traza particularmente fuerte en vivo), otro estreno (“Mar Plateado”), “Bicicletas Viejas” (uno de las temas que mejor jerarquiza el conocimiento de Vázquez como instrumentista), y el cierre de la mano de “Tarde De Enero”, antes de que todos regresaran al escenario para dos bises, con la canción “Raíz” poniéndole fin a la presentación del disco pero no a la música – el DJ Andino retomó su lugar, musicalizando el encuentro de los artistas con sus familiares y amigos.
Si Vázquez hubiera presentado este disco cuando lo editó, probablemente el contexto hubiera sido otro, con una sonoridad más lindante a la del álbum original. Esta nueva interpretación resultó ser una nueva iluminación para el autor, obligado por las circunstancias a repensar su material dentro de parámetros distintos, y una grata señal de que esa fe que impulsó su proceso creativo sigue tan latente como el primer día.
Y para el público, un recordatorio inequívoco de que a veces el medio puede efectivamente ser el mensaje.
Imagen portada: Setiembre 2015 © Paola Scagliotti
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