La publicación de un tema inédito que data de la era de “Oktubre” por parte de su autor Tito Fargo nos inspira a recorrer una etapa de la obra de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota que nunca vio la luz oficialmente.
Huelga decir que la discografía inédita de Los Redondos es tan abarcadora como la pasión misma que la banda enciende en su público, pero existe una circunstancia que aviva aún más ese sentimiento: la ausencia de registros oficiales que transmitan las distintas dinámicas del grupo en el escenario. Solo existe un disco editado legalmente en 1992, y lo que muestra es una faceta muy concreta de una banda que supo enseñar múltiples más.
Un período especialmente valorado por los coleccionistas es el comprendido entre los años 1982 y 1986, cuando la banda grabó sus primeras maquetas profesionales en Buenos Aires y editó sus dos primeros álbumes, “Gulp!” y “Oktubre”. Éste es justamente el período en el que opera un cambio profundo en Los Redondos, dejando de ser un grupo de rock teatral para constituirse como una banda de rock.
Dos documentos imprescindibles que fueron registrados en el estudio en ésta época son “Demos RCA” (1982) y “Ensayos Instrumentales de Gulp!” (1983). Y de los discos no oficiales en vivo, son particularmente valiosas las presentaciones de la banda en el Paladium, un galpón en la calle Reconquista que albergaba 1200 personas, y que se inscribió en la historia como uno de los grandes templos de Patricio Rey en la Ciudad de Buenos Aires.
Es en uno de los conciertos en el Paladium que podemos disfrutar de una de las mejores versiones en vivo de “Rodando”, un inédito mítico. Con una letra que detalla esa existencia nómade celebrada por el grupo y sus seguidores (y que remite directamente a otro clásico con su “rodando, mi amor elige el lugar/rodando, para estallar”) el consenso es que “Rodando” hubiera encajado perfectamente en “Oktubre”, y el propio Indio Solari destaca vívidamente la canción en su biografía “Recuerdos Que Mienten Un Poco” (2019).
“Rodando” presenta una particularidad compositiva, y es que la música es de autoría del guitarrista Tito Fargo, alguien que dentro de su generación supo desempeñarse como un verdadero catalizador creativo. Fargo es recordado como el único músico en haber tocado tanto con Los Redondos como con Sumo, y fue Fargo quien le abrió la puerta a Los Redondos tanto a “Piojo” Avalos como a Willy Crook, a quien conoció mientras giraba con Luca por la costa atlántica con la Hurlingham Reggae Band.
Publicada hace exactamente una semana, la versión de Tito Fargo de “Rodando” se enmarca dentro de su proyecto unipersonal Dub Station, y remite a la esencia acústica de la canción. El arte del video fue realizado por “Semilla” Bucciarelli.
También es de autoría de Fargo “El Regreso de Mao”, otro de los “clásicos perdidos” de la era de “Oktubre”. Y esa canción se puede escuchar en múltiples registros no oficiales, incluyendo uno que hoy es tan común verlo a la venta que alguien puede perfectamente confundirlo con una edición legítima: el “Stud Free Pub ‘85”, disco que también aporta delicias como “Mi Genio Amor” y “Roxana Porchelana”.
Respecto a los otros discos mencionados al principio, los demos que la banda grabó para RCA cuentan con un coro femenino conformado por Fabiana Cantilo, Isabel de Sebastián y Viviana Tellas (las Bay Biscuits). Y la edición más comúnmente difundida de estos demos agrega la actuación del grupo en el Festival Pan Caliente – primer y único festival en el que actuaría la banda entera, y primer y único concierto diurno del grupo (el Indio Solari era taxativo al respecto: Los Redondos tocaban “solos y de noche”).
El Festival Pan Caliente fue realizado en la cancha del Club Excursionistas con el cometido de recolectar fondos para la revista del mismo nombre editada por Jorge Pistocchi, y resultó ser todo un acontecimiento para el grupo – por primera vez la banda actuó frente a un público no solo muy numeroso sino que también muy distinto al habitual, compartiendo la grilla con artistas como Litto Nebbia, León Gieco, Alejandro Lerner y Los Abuelos de la Nada.
Por supuesto, éste concierto también es recordado por la irrupción de la policía cuando las bailarinas Monona y María Isabel realizaban una danza erótica durante “Merca Para Vender”, situación que sorprendió a todo ese público que no tenía un conocimiento cabal de la propuesta de la banda sobre las tablas.
Por su parte, en los ensayos instrumentales de “Gulp!” se destaca la finura con la que dialogan las guitarras de Skay Beilinson y Tito Fargo – es un despliegue que no tiene nada que envidiarle al realizado por bandas anglosajonas como Televisión en discos de la talla de “Marquee Moon”. Y la lista de temas depara también alguna sorpresa: “Yo No Me Caí del Cielo” aparece con su título original (“Olor a Gato”), y “Camila” sienta las bases del “Rock Para El Negro Atila” del disco “Lobo Suelto – Cordero Atado” en 1993.
https://www.youtube.com/watch?v=U6-kPZTJlgE&ab_channel=ElRockerDelTiempo
Los conciertos en el Paladium fueron el cierre de una etapa para la banda – la etapa netamente under de su carrera. La formación de Los Redondos cambiaría sustancialmente en 1987. Luego de la presentación de “Oktubre”, Avalos, Fargo y Crook se distanciarían paulatinamente del grupo. Asimismo, el tecladista Andrés Teocharidis (quien ya se había ganado un lugar en la banda, y que de hecho tuvo su debut en el Paladium) fallecería en un accidente automovilístico. Ni Fargo ni Teocharidis serían reemplazados, lo que necesariamente se traduciría en un cambio en el concepto sonoro de la banda, sobre todo en escena.
Cada época y formación de Los Redondos tiene sus propios hitos. Y lamentablemente, no todos fueron registrados para la posteridad. Por ejemplo, si bien circula una grabación del concierto con Luca Prodan como invitado en Cemento en mayo de 1987, no existen grabaciones del día en que Luca suplió al Indio en un festival en 1982 (Solari se rehusó a cantar luego de la experiencia en el Festival Pan Caliente). Y tampoco han trascendido las canciones de un disco que Los Redondos grabaron en Brasil en 1995 en el preámbulo de “Luzbelito” – se trata de un disco que la banda luego desestimó casi en su totalidad. Esas grabaciones existen, Skay lo ha corroborado, y su edición es algo que se barajó en sendas ocasiones.
Por último, si bien excede la línea temporal propuesta amerita compartir a modo de bonus track una grabación significativa para el público uruguayo: el concierto en el Pub Laskina de Montevideo en julio de 1989, un día después de la presentación de “Bang! ¡Bang!… Estás Liquidado” en el Palacio Peñarol. Es un registro con una calidad razonable, y más en el contexto que se realizó – en Argentina, la banda ya empezaba a trascender definitivamente los escenarios de los bares. Los Redondos despedirían 1989 con tres fechas consecutivas en el Estadio de Obras, dando así inicio al fenómeno de masas por el cual quedarían representados para siempre en el imaginario colectivo.
(Imagen de portada: Tito Fargo en Uruguay en Diciembre de 2018 por Natalia Rovira)