Como siempre, cada vez que tienen disco a estrenar, que presentan un nuevo espectáculo o simplemente, que andan en la vuelta con su rock, la gente de Las Pelotas tocó en Uruguay. Un lugar, que a decir de ellos mismos, los trata muy bien y en el que tienen una cantidad de gente interesante que comparte su periplo musical. El lugar fue la Sala del Museo, en el museo del Carnaval, el sábado 3 de setiembre, y la excusa, su nuevo trabajo: Brindando por Nada.
Para hablar de la banda liderada por Daffunchio podríamos hacer referencia, como ya se hizo tantas veces, a la herencia de Sumo, o al impacto ante la muerte del Bocha Sokol o las veces que Las Pelotas tuvo que recuperarse. Pero no. Está bueno mirar otro ángulo, y disfrutar de su postura como banda de rock. Como banda grande. Banda como las que hay pocas en estos días y por estos lados. Las Pelotas es un grupo que ha mantenido la coherencia musical y lírica como pocos, y a la que nadie puede reprocharle que haya descuidado su contenido en pro de formas o estéticas. Quizá hoy día, y sin comparar por supuesto, sin comparar, puede hablarse sólo de un puñado de casos de bandas argentinas (La Renga, Divididos, Catupecu, y esa que se me olvida y usted está pensado) que pueden, como Las Pelotas, armar un trabajo sólido en el estudio, con estilo muy propio, y salir a defenderlo con un potente show en vivo.
Brindando por Nada puede que no sea el mejor disco de Las Pelotas, ni siquiera para sus fans, pero es un trabajo que está muy bien y que sigue con la estética y la búsqueda de los últimos discos de estudio de la banda. Sigue el camino de Despierta, Basta o Cerca de las Nubes.
Las canciones de Brindando por Nada tienen la marca en el orillo de cómo Las Pelotas interpreta y entiende el rock , y más que reclamar a pura rabia, intenta encontrar el cambio adentro de cada uno. Cada vez más, las canciones escritas por Daffunchio se interpelan en lo más personal para desde allí buscar el cambio.
Volviendo al show que presentaron en la muy linda Sala del Museo, fueron pasando todos los nuevos temas (Víctimas del Cielo, El amor hace falta, Hasta el fondo del río) ante el oído atento del público, quienes fueron los protagonistas del pogo cuando aparecieron los himnos de siempre como Será (ésta vez hecho acústico), Escaleras, Esperando el Milagro o Bombachitas Rosas.
Hace un tiempo ya que Las Pelotas tiene equipo fijo. Los seis de siempre que estuvieron en la Sala del Museo son Germán Daffunchio (guitarra y voz), Gabriela Martínez (bajo y coros), Alejandro Gómez (trompeta, trombón, percusión y coros), Gustavo Jove (batería), Sebastián Schachtel (teclados) y Tomás Sussmann (guitarra y coros).
La coherencia, ese transitar en el under e ir creciendo en el camino aunque éste sea el más arduo, tal vez haga que Las Pelotas no sea la banda más multitudinaria del Río de la Plata. A sus seguidores no les importa, y quizá sea en parte eso, más allá de que siga siendo una banda de rock con todas las letras, lo que los haga aún más fieles.
Una vez más, un número considerable de público concurrió al encuentro de Montevideo. La tarjeta de invitación tenía como motivo la presentación del disco Brindando por Nada, y tanto la banda como su público hizo honor a ese nombre. Fue un encuentro, otro encuentro pero el mismo, como el que cada vez que toca Las Pelotas en Montevideo se puede disfrutar. Un encuentro, con rock, en el que se brindó por nada, pero se brindó por todo.
Imagen portada: Las Pelotas – 3 de setiembre de 2016 – Sala del museo – Foto © Jorge Peña
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