Habían pasado diez años, recordó una chica del público, desde que Eva Amaral y Juan Aguirre pisaron por primera vez el paisito. Pero esta fue realmente su «primera vez», un concierto completo con banda en Uruguay. Después de la noche del sábado seguramente no hará falta esperar tanto para que vuelvan a visitarnos.
Con un vestido adornado de estrellas y brillando como parte imprescindible de su galaxia, Eva Amaral y sus compañeros llenaron de ritmos, elegancia y buen gusto el Montevideo Music Box.
La cantante agitó al público al grito de «revolución» y con el puño en alto, reflexionó sobre cómo «unas veces se gana y otras se pierde», se convirtió en «kamikaze» creyente en el rock’n roll y aseguró que quería «vivir 500 vidas».
El público se dejó llevar y coreó con garra los temas más conocidos de la banda, aquellos que rompieron fronteras y demostraron que la música no entiende de continentes ni de banderas, ante la voz enérgica de una Eva que no dejó ni un momento de entregarse emocionada.
Como piedras angulares de esta constelación estaban la batería, el bajo, los teclados con sintetizador y la guitarra de un tímido Juan Aguirre que llenaban de color el escenario. «¡Que hable Juan!» pidió el público, petición que él no pudo más que satisfacer presentando la siguiente canción.
La entrega tuvo sus recompensas, como un emotivo momento en el que Eva recibió una bandera adornada con la portada del disco «Pájaros de papel» que había firmado diez años antes, en esa «primera vez que no fue primera» y un bolígrafo que sería el responsable de marcarla de nuevo.
«Hacia lo salvaje» y su invitación a la vida fueron el primer amago de despedida, las luces de colores y las palmas adornaron el instante y el público se animó a corear «¡Eva no se va!» en un intento desesperado por «capturar el momento y hacerlo eterno», como rezaba otra de las letras.
Los clásicos para concluir una noche vibrante, «sin ti no soy nada» despertó vítores con el primer acorde y nos hizo viajar a los comienzos de la banda, al año 2002. No faltó la nostalgia de los «días de verano» para hacer menos dura la entrada del otoño montevideano, así cualquiera se deja llevar por las estaciones.»¡Quedáte acá!», se escuchó. «Lo estoy valorando», dijo ella.
Imagen portada: Amaral en MMBox -marzo 2016 – Foto © Raquel-Sabrido
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