
Domingo de invierno, sala llena de un público variopinto. Debajo de los abrigos, se ven variadas remeras de NTVG, compradas en distintas épocas.
Escucho a adultos comentar asombrados que haya tanta “gente grande” (aunque ellos también lo sean), sin embargo hay bastantes niños también, pese a que mañana es día de clases.
Momentos antes de empezar aparece el propio Ruben “Negro” Rada en la platea, buscando su asiento. Surge un aplauso espontáneo cuando la gente lo identifica, mientras accede amablemente a sacarse algunas fotos con niños.
El escenario está despojado, se levanta el telón y ya están instalados los músicos de la orquesta sinfónica SUSI (Selección Uruguaya Sinfónica). Entra primero su director, Nacho Algorta y comienza el show con una composición hecha especialmente para este concierto, a mi entender se trata de un popurrí de canciones de NTVG, en formato sinfónico. Mientras, se proyectan imágenes abstractas dinámicas sobre un telón transparente. Al final, el director queda en cuclillas mientras dirige, muy interesante toda su actuación corporal.
Ahora sí, entra la banda a escena ovacionada por el público; especialmente Emiliano Brancciari de impecable traje negro. Todos eligieron ese color para la actuación. De izquierda a derecha se instalan Diego Bartaburu en batería, Guzmán Silveira en bajo, Pablo Coniberti en guitarra, Brancciari primero sólo con voz, luego va rotando diversas guitarras, Denis Ramos en trombón, Mauricio Ortiz en saxo, Martín Gil en trompeta y coros y Francisco Nasser en teclados.
Luego de la primera canción, Brancciari saluda y lo recibe un gran aplauso, mientras todos los artistas saludan con la mano al público, muy sonrientes. Emiliano agradece el apoyo, el haber agotado las tres fechas en el Sodre, y anuncia un show diferente, con canciones que no son tan frecuentes en sus actuaciones. Presenta a la SUSI y pide un aplauso, al que ellos también se suman, para la orquesta
Brancciari disfruta de presentar los temas, dando un pequeño contexto a cada uno.
El concierto recorrerá 22 canciones de al menos nueve discos, desde el primero: Sólo de noche de1999, pasando por Este fuerte viento que sopla de2002, Aunque cueste ver el sol de 2004, Todo es tan inflamable de 2007, El camino más largo de 2008, Por lo menos hoy de 2010, El calor del pleno invierno de 2012, El tiempo otra vez avanza de 2014 y Luz 2021, su último álbum “por ahora, porque la semana que viene empezaremos a grabar uno nuevo” declaración que es recibida con festejos por parte del público. Se nota que hicieron una delicada selección de las canciones, dentro de su nutrido repertorio de 30 años.
Una y otra vez durante el concierto se bajará el telón frontal y oscurecerá el escenario, mientras se proyectan diversas imágenes; algunas sobre el frente, otras sobre el fondo. La orquestación hace que uno de los operadores de la consola baile con los brazos extendidos al cielo, como si estuviera él dirigiendo a la sinfónica. Al final de algunas canciones, la banda calla y es el público quien canta la última estrofa, a los gritos.
En un momento vuelven a entrar los vientos, que se habían retirado, y Brancciari hace una dedicatoria: ”con el permiso de mis compañeros y aprovechando que está entre el público, a mi abuela; tener una abuela como la mía es conocer a dios”.
Luego Emiliano nos cuenta que este proyecto se gestó hace un montón de años en Colombia cuando les propusieron hacer un concierto con una filarmónica. Al principio no estaban muy de acuerdo, pero finalmente les convencieron (seguramente influyó tener que vivir una semana en Colombia, recuerda entre risas). Después replicaron la experiencia en Buenos Aires y ahora se hace acá. La persona que tuvo la iniciativa está hoy entre el público también: “vino a ver a su niño”.
Durante toda la actuación los asistentes de escenario entran y salen con rapidez, discreción y eficiencia, cambiando instrumentos, arreglando temas técnicos y en definitiva muy atentos a cualquier cosa que la banda o los integrantes de la orquesta puedan necesitar. Se trata de un equipo muy bien aceitado, y todos parecen sentirse muy cómodos.
Brancciari recuerda como hace unos 25 años fueron a tocar a Mundo Afro (antes de grabar su primer disco) y allí los vio “el rey de reyes, Rada”, que les apoyó desde el comienzo, y por eso le dedican una canción, que el músico agradece.
Durante toda la actuación se siente mucho profesionalismo, también mucho respeto entre los músicos, que tienen cada uno su momento para hacer un solo y lucirse al borde del escenario. Se nota que hay mucho cariño entre los integrantes, y que ellos también son fanáticos de las canciones de la banda, ya que aunque en algunas no toquen, aprovechan para bailar o hacer coros sin micrófonos, disfrutando como un espectador más. Diría que Denis es el que más disfruta, moviéndose por el escenario: a veces detrás de la orquesta o en una esquina del escenario, pidiendo al público que apoye con canto o palmas.
Tanto el trabajo de iluminación como de visuales es impecable, aportando a cada canción, cada momento del show.
Ya sobre el final del concierto cuando suenan los primeros acordes, la gente alucina, aplaude y empieza a cantar. Se ve que el entorno formal del Auditorio del Sodre intimida al público, hay unos pocos tímidos que se animan a pararse; la mayor parte agita los brazos o baila en el asiento.
Anuncian la última canción ante abucheos, pero al terminar dicen que tienen un par más “qué nos vamo’ a ir, con lo lindo que está” confiesa Emiliano, y ni siquiera hacen el simulacro de irse, continúan con los bises de corrido.
Y ahí si la gente se anima a pararse. Pensé que se armaría algún mínimo intento de pogo, como es habitual en sus conciertos, pero no. Todo muy civilizado y ordenado. El Sodre impone respeto. Finaliza el concierto con todos los integrantes de la SUSI (algunos con instrumento en mano) -todos muy elegantes-, mezclados con la banda, agradeciendo, festejando al borde del escenario.
NOTA: En esta crónica se omitió deliberadamente mencionar las canciones, ya que este concierto se repetirá en octubre en el Antel Arena y no tenemos intención de hacer spoiler.