A partir del jueves 21 de mayo de 2015 a las 19.30 hs, se presenta la obra de Circadian en la Colección Engelman-Ost; en Rondeau 1426.
Este joven artista originario de Villa del Cerro, comienza a hacer fotografía en blanco y negro, de un barrio que delata- a través de sus desechos-restos de un esplendor per-dido. Desechos, restos, basura que para la mirada de Circadian adquieren una sensualidad que arriesga pasar desapercibida. “Mi trabajo tiene que ver con lo diario, lo cotidiano”, dice; y es el mundo- no que lo rodea, sino en el que está, lúcido y sensible-, motor de sus creaciones.
Renuente a definirse como fotógrafo o desde cualquier otra disciplina artística, Circadian busca preservar la ambigüedad presente en las cosas y juega, “de eso se trata”- nos dice… “el artista hace preguntas más que dar respuestas”
No es para nada una mirada nostálgica, como podría pensarse al trabajar sobre lo que queda de un pasado, es una mirada presente y sobre el presente. “Somos privilegiados por el tiempo que nos tocó vivir, con cambios impresionantes”, y la tecnología es causa y consecuencia de ello, por lo que será una aliada incluso para hacer la crítica de alguno de sus efectos.
No reconoce influencias en el campo del arte sino en todo lo que vive con él, con lo que convive. Desde su gata blanca, con la que dice haber pegado onda, hasta otros seres y cosas de su entorno inmediato y cibernético.
Parece vivir en un estado de gracia, disparado en su vuelo poético- de hecho la poesía escrita estuvo también en los comienzos- ávido de cosas nuevas.
Un reciente viaje a México movido por el deseo de conocer el jardín escultórico de William James- poeta ,mecenas y amigo de artistas como Dalí o Buñuel o Leonora Carrington, en San Luis de Potosí….. le hizo darse cuenta de sus deseos de viajar más, de conocer más.
Fotografía, video, trabajo con las imágenes, creación de atmósferas musicales y visuales, instalación y un fuerte componente envolvente, implicador que anule distancias con el espectador son parte de su apuesta.
Insiste en la importancia de la soledad, del estar con uno mismo sin miedo, disfru-tando esa experiencia de sí, lejos de un afuera que distrae, marea.
“El arte siempre me rescató”- nos dice y de ahí su disponibilidad al servicio de su obra.
Fernando López Lage, curador de la muestra destaca: “Circadian no intenta enmascarar la presencia del derrumbe, por el contrario, crea a partir de éste una arqueología de contexto cotidiano, aparentemente banal y profundamente asociado a la tecnología del momento. La exhibición es un Atlas personal, donde lo que se exhibe no son los parentescos entre los objetos, sino las ideas que los conectan en sus diferencias” Y habla de: “…puestas en escena, donde confluye los descartes tecnológicos, el nylon, neón, goma, etc., que en el mismo momento de reconocerlas se vuelven parte de un ritual antropofágico a causa del exceso de veneración”