
Kumbiaracha – Teatro de Verano – 21/11/2025
Es una fresca noche en la rambla montevideana, pero eso no quita las ganas. No llueve y eso es suficiente para que a las 19.30 horas se abran las puertas del Teatro de Verano para recibir al público madrugador que al ingresar se encuentra con una serie de stands con juegos, información (Ademu, sobre el reclamo de 6+1% de presupuesto nacional para educación e investigación) y merchandising, mientras la DJ Beve musicaliza, logrando desde el propio inicio que la gente baile y cante, mientras van guardando lugares para quienes irán llegando en el correr de la noche.
Las entradas no son numeradas, sólo hay división por sector, lo cual hace que se desparramen por los asientos múltiples prendas de ropa, que en las próximas horas serán usadas por sus dueños, junto a vinchas coloridas y con luces led (vendidas en la puerta) y también otras con el nombre de la banda, en tela. Se ven también muchísimos carteles hechos a mano, con mensajes como Aguante Kumbiaracha, Ponete pilla wacha, Aguante la Plena…
En los parlantes se mezclan canciones de Camilo Sesto en versión Nathy Peluso con Rafaela Carrá, Shakira (mayormente de su primera época), Britney Spears remixada… Melódico internacional y plena, no puede fallar.
El público es muy variado y variopinto, hay mucha familia, y sobre todo muchos niños y niñas. La banda había convocado especialmente para que fuera una fiesta para las infancias, ya que varias de sus componentes son docentes en escuelas públicas. Y estos niños y niñas aceptaron la propuesta, vinieron en gran número y se les ve en grupitos muy animados, con carteles identificando a sus escuelas, cantando y gritando Kumbiaracha a todo momento.
A las 21 y luego del aviso de bienvenida del Teatro, se apagan las luces y en la pantalla gigante se lee: bailaremos hasta el final, junto con una cuenta 1-2-3-4-5. La expectativa va subiendo, la gente se para y arranca el show con todas las Kumbiaracha haciendo una coreografía y ya se nota que esta noche vamos a estar todos de pie, sentarse no es una opción.
Cada canción de este concierto está muy pensada: tiene su propia coreografía (en algunos casos con cuerpo de baile mixto) que termina siempre con una pose final sostenida por todo el grupo, y también su propias imágenes digitales (palabras, símbolos, dibujos) en pantalla gigante, al fondo del escenario, que se mezclan con la proyección en video de lo que está sucediendo, en tiempo real.
El vestuario inicial (habrá 3 en total) está confeccionado especialmente en tela de jean, algunas incluso lo tienen en el calzado y en otros detalles y accesorios, con mucho brillo añadido.
Luego del tema de inicio y La Salida, Maia como portavoz del grupo saluda al público, agradece y nos cuenta que esa noche “es un sueño para nosotras, y ustedes nos dieron permiso para soñarlo. Esta será una fiesta increíble, por y para ustedes”.
Los vientos de Yo te digo que hacen levantar a aquellos que se habían sentado, sigue Vieja y cuando anuncian Tijeras Florencia se quita la guitarra y sólo queda con voz, varias de las músicas la imitan y pasan a cantar al frente.
Es el momento del primer invitado, viene bajando por la platea, en traje rojo oscuro y boina Mariano Bermúdez para subir al escenario al grito de “las amo, las felicito” y hacer Yo no sé mañana, con el público coreando el estribillo mientras toda la banda y el propio Mariano bailan una coreografía. Hay mucho ensayo acá.
Luego de un “las quiero mucho gurisas” se va Bermúdez y arranca La rebelión de la bailanta mientras imágenes de fuego se proyectan en la pantalla y el humo sobre el escenario, junto a la iluminación, dan un aire de aquelarre.
“Qué alegría estar acá junto a ustedes, quiero que nos acompañen con este tema que seguro lo conocen” es la introducción para Me vas a extrañar, y cuando cantan “los besos de mi boca” el público enloquece, y suenan los gritos: ¡ponete pilla wacha! especialmente de la barra menuda, que son recibidos con alegría.
En este momento se oscurece el escenario, se escucha una proclama “viva la libertad” mientras se proyectan imágenes en colores verde, rojo y blanco en relación a la situación en Palestina, lo que es festejado con vivas por la audiencia.
Luego de una introducción instrumental, empieza la particular e impactante versión de La Cucaracha, con el cuerpo de baile realizando una coreografía arrastrándose por el piso, poniendo el cuerpo en la interpretación, mientras la clarinetista invitada Karen Martínez realiza los solos. Parece que la consigna de vestuario de los invitados es el rojo, pero en este caso hay campera de jean también, un guiño al código de la banda, que al terminar la canción se toma un tiempo para leer los carteles que se ven en la platea (y son muchos). Cuando ven los de “aguante la 193” y “la 11”, se emocionan, se refieren a las escuelas de sus estudiantes. Antes de empezar Eloísa, aparece en la platea una jirafa inflable, lo que les da mucha gracia. La suben al escenario, ahí notamos que el muñeco tiene al cuello un pañuelo violeta, y la bautizan Eloísa. Luego de explicar la letra para que la gente acompañe, y hacer un mínimo ensayo, cantan turnándose la jirafa entre ellas, bailando con el inflable o entre sí, de la mano.
Al finalizar se apaga la luz y todo el público grita, mientras se proyectan imágenes gráficas multicolores, con un estilo infantil, tierno y la letra K siempre presente.
En este espacio de transición, salen los bailarines a hacer un baile urbano, tipo break dance, girando sobre el piso y sobre sus cabezas, mientras el equipo técnico realiza cambios en la infraestructura de micrófonos y cableado. Luego, como parte de la coreografía, los bailarines ingresan un banco largo sobre rueditas, rojo brillante, que utilizan para hacer danza contemporánea, sin música de fondo; se suben, se bajan, se tiran al piso, se contorsionan y convulsionan.
Con imágenes y audio de Gilda en la pantalla, ingresan a escena Florencia y Jhoanna, se sitúan sobre el banco, y acompañadas por contrabajo y teclados, a media luz, hacen una versión de Corazón valiente con el coro del público, y terminan en la pantalla enmarcadas en un corazón, con la platea detrás, mientras suena un solo de trompeta de Gleisis (sentada en una silla, porque tiene un brazo lesionado) y con una iluminación noir, se lleva una ovación. Cabe aclarar que seguramente por ese motivo se sumó como único invitado masculino en la banda, a Camilo Briz en trompeta.
Vuelve a entrar la banda completa, con cambio de look: blanco de pies a cabeza y sólo algunas mantienen algo de jean. Los niños le gritan a Flor y se reitera el grito de guerra: ¡ponete pilla, wacha! Se sientan todas y al ritmo del bongó hacen una versión acústica ¿con aire a mariachi? de La cigarra, de María Elena Wash, que el público no necesita que le digan la letra.
Regresan los bailarines, también de blanco, realizan unos ajustes al banco, lo dan vuelta y ahora vemos que es un sillón donde estaba escondida Ana Prada que sale de impecable chaleco y pantalón rojo, (se confirma el código de vestuario de las invitadas) para cantar junto a Maira Tu vestido. Al finalizar, Ana agradece y se retira sonriente.
El sillón queda como parte de la escenografía donde tanto se recuestan cual diván para el inicio de Andenes de Estela Magnone, como para terminar la canción paradas encima.
Nuevamente se retiran todas del escenario, se organiza la escenografía y los bailarines ingresan vestidos de camisa blanca, moñita y pantalón negro (como si fueran mozos) para armar un par de mesas de bar con sillas y manteles rojos, bailando al ritmo de Un terremoto de amor de Karibe con K.
Comienza a proyectarse una filmación en blanco y negro de las Kumbiaracha en un bar, conversando, tomando, jugando a las cartas o al billar, hasta llegar a la barra, cuando empieza a sonar Brindis por Pierrot de Jaime Roos en versión plena, y se incorpora una batería de murga compuesta por Ximena Bouso, Karina Abate y Lucía Hazi, por supuesto de rojo. El recitado final es distinto al original, y se turnan las cantantes para hacerlo. Una impactante versión que fue recibida por una ovación del público.
Vuelve a ingresar toda la banda, luciendo el último cambio de vestuario: sobre el blanco una chaqueta negra brillante, con chabot blanco. Un guiño a las orquestas tropicales de los 90, o al carnaval, el parodismo de fines del siglo XX, quizás. Al grito de ¡a ver cómo están esas caderas! arrancan los primeros acordes de Tu veneno de Natalia Oreiro (en versión plena) y la gente explota, sacudiendo el cuerpo al ritmo del twist, mientras las K aprovechan la ambientación de bar para beber en las mesas.
Con un cortinado dorado en pantalla, aparece la última invitada de lujo: Luana con sugestivo vestido rojo brillante, como no, para hacer Inocente. Al finalizar agradece, avisa que el 29 va a sacar un disco (había mucha expectativa en redes) y celebra que más mujeres conquisten este teatro y todos los teatros del país. Se retira ovacionada, mientras el telón dorado se colorea y se proyecta la frase Bailaremos hasta el final, y noto que el abuelo que está detrás mío no ha bajado ni un momento en toda la noche, su cartel violeta con letras rosadas, corazones y símbolos musicales prolijamente cortados que dice Arriba Kumbaracha. Esa nieta se ve que transmite mucha energía y orgullo.
Es momento de un estreno: dedicado a todas las mujeres futbolistas del país: Pasión pibas. Nos cuentan cifras que nos interpelan: “sólo 11% de las futbolistas son profesionales, sólo 16% mantienen un contrato con sus clubes. En Uruguay, ser mujer y soñar profesionalizarse, es casi impensable. Y vos ¿qué pensás?” La canción es con ritmo de “murga argentina”, con percusión de bombo y platillo integrada, y termina con imágenes de futbolistas históricas en la pantalla.
“Es un momento muy especial, porque vimos muchos carteles: ¡aguante la escuela pública y el 6+1! ¡A ver el grito de las infancias en esta fiesta! Me encanta hacer esto para la familia… nos empezamos a despedir, ¿están para bailar algo de cumbia?” Mientras empieza a sonar la versión “renovada” de Bailadora de Monterrojo, la pareja a mi lado se abraza y besa con pasión, mientras baila. Hay espacio para el amor también en esta fiesta. Y lo de renovada viene por el lado de que la controversial letra cambia, por ejemplo en lugar de “te estoy gozando” dice “te estás gozando”. Es una cruzada que la banda tiene muy presente, que es posible rescatar viejas canciones y darle un mensaje más amable e inclusivo.
“Nos empezamos a ir despacito, es una noche histórica para nosotras, es la primera vez que una orquesta de músicas uruguayas sube al Teatro de Verano. Gracias a las mujeres que estuvieron, que están y sobre todo por las que vendrán. Militamos para que haya más mujeres y disidencias artistas, por una cultura libre de violencia de género” termina Maira visiblemente emocionada, y me contagia porque sé que hay meses de trabajo y pienso atrás de este espectáculo.
El último tema “oficial” es Agua dorada, la gente baila, salta, es una fiesta arriba y abajo del escenario. Termina con una gran ovación, las artistas se abrazan y ya se aprontan para el final: “¡bailate todo ahora!” amenazan, mientras suena No me arrepiento de este amor de Gilda, que empieza en versión plena, luego pasa al rock desenfrenado y vuelve a la plena. El público se mueve como si fuera un solo cuerpo, en el pogo.
“Nos estamos yendo” dicen, mientras en la pantalla vemos la letra K en dorado y rojo, se presenta a cada una de las integrantes, que la iluminación va destacando y tienen un momento para lucirse en su instrumento, y enganchan con una potente versión de Oye mi canto de Gloria Estefan. “¿Pasaron bien? Si quieren, hacemos otra. No nos queremos ir sin agradecer al equipo de más de 150 personas y que por más de 6 meses trabajaron para este show. A los técnicos, al Teatro de Verano, a las madres que estuvieron ahí dando espacio, a las familias, a la escuela. Esto es por y para ustedes. ¿Bailan plena? Se va la última”, al ritmo de Plena buena todo el teatro baila y hace la coreografía, bajadita incluida. Se suman a la banda todas las invitadas e invitados, mientras suena Las penas se bailan: “corazón que baila no tiene pena, tiene esperanza” es cantado por todo el teatro con las manos arriba.
Las Kumbiaracha agradecen y se van, “cumplimos un sueño, nos vemos muy pronto” dicen, mientras se paran al borde del escenario y se abrazan muy emocionadas. Se suma el cuerpo de baile, la batería de murga, las invitadas y hasta la jirafa. Dan vuelta el sillón y se acomodan todas de espalda al público, para poder hacer una foto con la gente detrás, también se suma el personal técnico y de apoyo, son muchísimas personas en esa foto. La gente pide otra pero ellas ya lo dieron todo, no tienen más energía que para abrazarse, todas juntas, y terminan la fiesta sacándose fotos con los niños y niñas que se acercan al escenario.
Una gran noche, sin dudas un momento histórico en el Teatro de Verano, en la música en general y la música tropical en particular. Nunca hubo tantas mujeres arriba del escenario, artistas y técnicas, en los rubros de iluminación, visuales… hay lugar para todas, y ellas lo demostraron.
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KUMBIARACHA En concierto TEATRO DE VERANO – 21 DE NOVIEMBRE 2025
KUMBIARACHA SOMOS: FLORENCIA NÚÑEZ – VOZ Y GUITARRA MAIRA SEPÚLVEDA – VOZ JHOANNA DUARTE – VOZ MARIANA ESCOBAR – VOZ JULIETA TARAMASSO – BAJO JULIA MELO – GUITARRA ELÉCTRICA STEPHANIE MARTÍNEZ – TECLA Y VOZ FERNANDA BÉRTOLA – CONGAS Y BONGÓ LALI GANZ – TIMBAL AGUSTINA MARTÍNEZ – GÜIRA Y ACCESORIOS MAJA CABRERA – SAXO BELÉN ALGORTA – TROMPETA GLEISIS ESTRADA – TROMPETA Y VOZ SOFÍA MATTSSON – TROMBÓN
JOANNA ALONZO – PRODUCCIÓN
ARTISTAS INVITADES: LUANA PERSÍNCULA – ANA PRADA – MARIANO BERMUDEZ – XIMENA BOUSO – KARINA ABATE – LUCÍA HAZI (PERCUSIÓN) KAREN MARTÍNEZ (CLARINETE) – CAMILO BRIZ (TROMPETA) – DJ BEVE
BAILARINXS: CHRISTIAN MOYANO – EZEQUIEL ROJEL – GONCHI TEJERA – ROMINA PIPPOLO SOFÍA FERRER – VALENTINA IBAÑEZ
PRODUCCIÓN TÉCNICA: BELÉN CASTERÁN Y KUMBIARACHA OPERADOR DE PA: JUAN MANUEL COLA MONITORES: ALVARO MONO REYES ASISTENTES DE ESCENARIO: MARTIN IGLESIAS, BRAULIO DUTRA, FIDO SOSA LUCES: ANA PAULA SEGUNDO VISUALES EN VIVO: FERNANDA PIÑEYRÚA COREOGRAFÍA: CHRISTIAN MOYANO PUESTA EN ESCENA: KUMBIARACHA DISEÑO Y CONFECCIÓN DE VESTUARIO: JOSEFINA ECHEVERRÍA (UPCYCLING DE JEANS) Y KUMBIARACHA ASISTENTE DE VESTUARIO: AGUSTIN FERNÁNDEZ MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: FIORELLA FIGARES, BRIAN PAVAN, LUCIANA DÍAZ, JESICA MONTERO, ANA LAURA ROMANO, SILVIA FERRADANS
DISEÑO GRÁFICO: DIANA CARMENATE Y PAULA CASTAGNARO FOTO PARA GRÁFICA: REINALDO ALTAMIRANO PRENSA: FABIANA ALONSO REDES SOCIALES: PAULA CASTAGNARO Y KUMBIARACHA REGISTRO AUDIOVISUAL: ESTUDIO CERO: AGUSTIN ROMANO, FEDERICO CASTIGLIONI, EMILIANO FERRARI, VALENTINA COLMAN, FLORENCIA SANTALUCIA, MARCELO REYES, GONZALO CAMACHO, MARCEL DOVAT, ENRIQUE BIANCHI REGISTRO PARA RRSS: JIMENA RUIZ FOTOGRAFÍA EN VIVO: MAU CARDOZO Y ANGELO TURRA ASISTENTE DE PRODUCCIÓN: SOFÍA GONZÁLEZ
SEGUIDORISTAS: JULIANA MACAZAGA Y VIRGINIA SEGUNDA GRABACIÓN AUDIO: GUSTAVO CUNHA Y BRUNO PRADEIRO CIRCUITO CERRADO: JOAQUIN TOLOSANA, JOAQUÍN VICENTE, NICOLÁS VELLOZO GESTIÓN COMERCIAL: ROMINA PIPPOLO Y KUMBIARACHA SALAS DE ENSAYO: CIUDAD MÚSICA – MARRAKESH
PRODUCCIÓN GENERAL: KUMBIARACHA
EQUIPO TEATRO DE VERANO: DIRECCIÓN: CRISTIAN CALACE ADMINISTRACIÓN Y OPERACIONES: ANDREA CECILIA TICKETING Y OPERACIONES: ALDANA HERMIDA COMUNICACIÓN: LUCIANO FOGLIA ESCENARIO: ANÍBAL LARTIGAU














































