“Pertenecemos a una generación criada por Disney y padres divorciados” le dice Julio a Claire en su primera cita haciendo alusión a su amor por el cine y como lo ha marcado esa idea del amor romántico y “fueron felices y comieron perdices” de las historias que consumió en su infancia. La primera escena de “Julio felices por siempre” nos trae a la memoria el comienzo de “La Bella y la Bestia“, un narrador en off y los vitrales que nos introducen a la historia, pero esta no es una historia de princesas que necesitan ser rescatadas por un príncipe encantador, sino que es la historia de un millennial que no logra encontrar su final feliz.

Julio (Chepe Irisity) es un personaje tierno, infantil e incrédulo, en definitiva, un romántico. Durante toda la película, dan ganas de abrazarlo y en otros momentos de cachetearlo. No se entera de nada, vive en su propia fantasía de felices para siempre y no logra ver las señales. Se olvida de que las princesas solo viven en los cuentos y que el “contigo pan y cebolla” nunca fue real.
Esta es una historia que nos interpela como sociedad. ¿Julio nos representa? ¿Nos identifica su quietud? Si no es a todos probablemente a gran parte de la población, decimos tener la “garra charrúa”, pero en muchos casos la expresión que mejor nos queda es el de “es lo que hay” y nos conformamos. Julio es así, quieto, su primera novia ya se lo dice en el arranque de la película, no avanza en la facultad, no tiene trabajo y tampoco mucha ambición, está en una posición en la que las cosas pasan y él se queda observando, como le pasa cuando conoce a Claire, a pesar de quedar maravillado con ella, ni siquiera se percata de pedirle el contacto cuando ella regresa a su país.
Claire (Daryna Butryk), sin embargo, como antagonista de la historia es todo lo contrario, impulsiva, arriesgada y con sus objetivos claros. Le gusta vivir el momento y si no resulta sigue adelante. No se conforma y obviamente pretende más de la vida.

Esta es una película divertida, ideal para los que disfrutan de una comedia romántica y a pesar de que no es un género que se haya explotado en nuestro país Juan Manuel Solé (director) lo hace muy bien. Durante 92 minutos el espectador va siguiendo el relato de Julio y su historia de amor o desamor según como lo interprete el espectador.
Para quienes crecimos junto a las historias clásicas de Disney es un deleite poder ir descubriendo todas las referencias que hay en la cinta, pero no solo de Disney sino que del cine en general. Durante los meses en que Julio y Claire mantienen su relación online es inevitable retrotraerse a la película de Spike Jonze “Her”. Si bien en esta historia ambos son seres de Carne y hueso su relación está atravesada por la tecnología y ver como comparten momento aunque juntos en soledad y pegados a sus dispositivos tecnológicos mientras Julio pasea por las calles de Montevideo y Claire habla de sus rutinas, nos evoca claramente las imágenes de Theodore paseando con su dispositivo, compartiendo sus experiencias con Samantha.

Salas de cine donde podes ir a ver la peli a partir del 20 de Octubre: Movie Life Cinemas Grupocine Cinemateca Uruguaya Sala B del Auditorio Nelly Gotiño, Sodre Cine Doré, Minas Cine Mercedes Digital Auditorio Casa de Cultura Cine Chaplin, Cerro Largo
Ficha técnica:
Directora de fotografía y cámara: Analía Pollio
Productora ejecutiva: Josefina Recchia
Jefa de producción: Marcela Montaño
Asistente de Dirección: Ernesto Gillman
Directora de arte: Mariana Curti
Directora de sonido directo: Rocío López
Vestuario: Sofía Castiglioni
Director de post de sonido: Federico Moreira, La Mayor
Color: Elisa Barbosa, Artemisa.
También participan de la cinta: Cristina Morán, Roberto Suárez, Moncho Licio, Josefina Trías, Florencia Colucci, Juancho Saravi, Piero Dattole, David Roizner, Anthony Fletcher, Raca Barneche, Pato Pazos, Gustavo Alonso, Elsa Mastrangelo, Eduardo Migliónico, Ileana Lopez y Mariana Escobar.