El miércoles 27 de noviembre 2013 la Sala Zitarrosa mostró su faceta más esplendente para recibir a Sol Bauzá y la Banda Oriental, quienes reinterpretaron el mundo musical uruguayo en clave de jazz, y presentaron el primer disco editado por la artista: “Jazz Oriental”.
Si bien Sol Bauzá se dedica profesionalmente al canto desde el año 2000, “Jazz Oriental” es el primer fonograma que publica. Auspiciado por los fondos del FONAM y editado por Perro Andaluz, el disco salió a la venta a fines de 2012, y sus composiciones ya han floreado varios festivales y espacios culturales, como el Quinto Festival de Jazz de Montevideo (noviembre de 2012) que organiza el Jazz Tour, participación que fue resultado de haber sido seleccionada como solista por el Fondo de Fortalecimiento de las Artes de la IMM en convenio con Audem (Asociación Uruguaya de Músicos) y el Día del Jazz en el Solís que organiza la Unesco, dirigido por el violinista uruguayo y múltiple ganador de Premios Grammy maestro Federico Britos. Pero la presentación oficial del disco tuvo lugar el pasado miércoles 27 de noviembre en la Sala Zitarrosa, ante un público encantado por la propuesta visual y sonora, y un grupo de atentas cámaras de televisión que registraron todo lo que acontecía sobre el escenario.
Este proyecto tiene como antecedente directo “Las Canciones de Mateo”, espectáculo presentado por la cantante en 2010, en el 20° aniversario de la desaparición física del músico popular uruguayo cuya huella pareciera ahondarse cada vez más y más. En esa oportunidad, Bauzá practicó una fusión conteste con la que desplegaría en su primer álbum, donde el jazz tradicional se armonizaría con la canción popular uruguaya.
Acompañada por Fernando Nathan en piano, Andrés Pigatto en contrabajo, Maxi Nathan en vibráfono y Lucas Soria Macovich en batería, Bauzá ofreció dos sets divididos por un breve interludio, y las canciones de su flamante disco como eje.
Si bien era la primera vez que Sol Bauzá se presentaba en la Sala Zitarrosa, el ambiente estuvo libre de tensiones desde un inicio. Remarcó lo orgullosa que se sentía de poder estar presentando el disco en su propia ciudad (pasó un tiempo de destierro fugaz pero indeleble en Europa a fines de 2000), bromeó cuando presentó a la banda (exigió “un árbol genealógico y jazzístico” para el pianista y vibrafonista, que comparten el mismo apellido), y subrayó en variadas oportunidades que “el jazz es una presencia que está entre nosotros, no es un género”.
Y el rango estilístico de las composiciones interpretadas esa noche lo dejó bien en claro.
Éstas incluyeron el bolero “Algo Contigo” de Chico Novarro (“los boleros tienen mucho que ver con el jazz, sobre todo por sus armonías, que son fraternas, dialogan y se abrazan. Además son lánguidos, románticos y hablan de amor”), y un candombe compuesto por Mateo luego de fascinarse por Oriente (“María”).
La banda también interpretó “Limbo” de la autora Roxana Amed, hecha la aclaración de que es la única composición no-uruguaya en el disco, pero que “la sentimos tan nuestra que la sentimos rioplatense”.
En lo personal, me intrigó “Oración de Espirales” (una letra de Mateo musicalizada por Estela Magnone, elegida para dar inicio a la segunda mitad del show.) junto con la versión de “El Posible López” de Cabrera. De esta última, resalto como supo exponer la dimensión más patológica de la composición – sus tintes de melancolía, grisura y rutina casi hipnóticos, tan uruguayos, dibujados por el autor.
Y uno de los temas mejor recibidos fue “La Muy Fiel”, la única composición de autoría de Bauzá de las once que conforman “Jazz Oriental”, y que deja entrever un dominio profundo de su estructura armónica.
El clásico de clásicos “It Don`t Mean A Thing (If You Ain’t Got That Swing) de Duke Ellington fue la última canción de la noche. El tema data de 1932, y contó con la participación del saxofonista Daniel Escanellas (quien ya había salido al escenario como invitado durante “La Muy Fiel”)
Las palabras de Sol Bauzá sobre el final del show lo dijeron todo, cuando se proclamó “feliz de haber compartido esta flor que es Jazz Oriental”. Y fueron como un eco que devolvió las pronunciadas al comienzo del evento (“hacemos esto para transmitir nuestro amor por el género”) de un modo más tibio y certero. Porque el concepto de “Jazz Oriental” puede parecer demasiado radical. Pero una vez que su música se ha experimentado en vivo, la gran enseñanza que alienta es que cuanto más nítida imaginamos una frontera, más relativa y difusa es en realidad.
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