Mini Glorias es el cuarto disco de SOCIO y tercero de estudio. Se comenzó a componer en el 2013, con la premisa de dejar de lado la electrónica y grabarlo en vivo. Fue producido por Federico Lima y la banda, contando con la coproducción de Diego Murovankin (Argentina), antiguo colaborador de SOCIO en su primer disco. Musicalmente es un retorno al rock, buscando en la interpretación en vivo la interacción entre los músicos y el error como valor artístico.
Se trató de sobregrabar lo menos posible, dejando así espacio para que los instrumentos no tuvieran que “pelear” entre si a la hora de la mezcla y la escucha del oyente.
A nivel de letras, Mini Glorias es un viaje personal de Federico Lima, en el que se mezclan recuerdos de la infancia y situaciones actuales, funcionando como verdadera catarsis y análisis de su vida. Es un disco que transita desde la oscuridad y la melancolía hasta la luminosidad y la alegría, siendo la canción “Fénix” (su primer single) el más claro exponente de este proceso.
A nivel de producción, la banda realizó los arreglos en la sala de ensayo, dejando de lado el uso de la computadora como soporte o herramienta de composición. De esta manera, el disco tiene un sentimiento más de banda que de un proyecto en solitario.
Las bases fueron grabadas en Vivace Music, estudio de Montevideo localizado en el Palacio Salvo y los overdubs fueron realizados en Estudio Peloloco, también en Montevideo. Luego fue mezclado en Domingo Ninja, estudio personal de Santiago Bardier, quien fue el ingeniero del disco tanto en la grabación como en la mezcla.
Luego el disco viajó a Santiago, Chile, donde fue masterizado por Joaquín García, ingeniero de renombre en toda Sudamérica, y con quien SOCIO ha finalizado todos sus discos.
El arte fue realizado por Matías Lima y contó con la colaboración de Victoria Pena en la fotografía y Pilar Lima en la idea de tapa, resultando de esto un disco con un sabor “familiar”.
El nombre, Mini Glorias, alude a esas pequeñas cosas de la vida que por ser pequeñas quizá no valoramos tanto pero guardan una belleza y un valor incalculables.