Ya se puede disfrutar en Netflix del nuevo film de Noah Baumbach que promete ser una de las favoritas para esta temporada de premios que se aproxima. «Historia de un matrimonio» es realmente la desgarradora historia de un divorcio. Nicole (Scarlett Johansson) y Charlie (Adam Driver) llegaron a un punto sin retorno en su matrimonio, el tiempo, los rencores, las promesas incumplidas, los egoísmos, los celos y la falta de dialogo han manchado el amor que en un principio se tenían, construyendo un muro impenetrable entre ellos.
Lo único que los mantiene unidos es el amor hacia su hijo y la lucha por hacer lo que cada uno cree mejor para él.
En una mezcla de silencios incómodos, monólogos desgarradores, momentos de rabia y diálogos explosivos, Baumbach nos presenta a dos personajes atormentados por la situación, incapaces de resolver el conflicto y envueltos en la vorágine de abogados que intentan ganar a toda costa un caso en el que nadie gana. Y uno como espectador no puede hacer otra cosa que empatizar con ambos, sin lograr tomar partido por ninguno de los dos, ambos cometieron errores, pero ambos están sufriendo las consecuencias.
Inspirada en hechos reales
Si bien no es explicito que la película sea basada en hechos reales, la similitud de la historia con la vida personal del director nos lleva a pensar que sus vivencias han servido de inspiración para desarrollar este maravilloso guion.
El cineasta estuvo casado con la actriz Jennifer Jason Leigh durante cinco años, pero en 2013 decidieron romper su matrimonio. Las similitudes están a simple vista, ella es actriz con una familia ligada a la industria, hay un hijo de por medio (aunque en realidad era apenas un recién nacido, a diferencia de en el filme) y también, como aspecto quizás más polémico, una posible infidelidad nunca reconocida públicamente, pero sí explícita en la ficción.
Una historia con carácter universal, de fácil identificación para el público, sobre todo el adulto que ha atravesado alguna vez por una separación, con excelentes actuaciones por parte de sus protagonistas. Otra demostración de que los momentos difíciles de la vida pueden convertirse en excelentes películas.