EN ANTEL ARENA “GUTENBERG” – EL INICIO DE UNA NUEVA ERA
UN EXCEPCIONAL VIAJE / DONDE LA IMAGINACIÓN NO TIENE LÍMITES
24 de Noviembre
Entradas a la venta a partir del 5 de Setiembre por Tickantel
El equipo que hace un año estrenó El delirio en el Estadio Centenario sube la apuesta al anunciar un espectáculo con mayor despliegue artístico, escénico y de producción: Gutenberg.
Más de cien personas, entre técnicos y artistas, forman parte de esta nueva experiencia que suma teatro, circo, música, danza y proyección mapping, bajo la dirección general de Andrés Varela. Se trata de un viaje extraordinario que apela a todos los sentidos del espectador, pretextado en un hecho histórico, el ‘invento’ de la imprenta, que aún hoy sigue transformando nuestras vidas.
La vieja imprenta se transforma en una máquina del tiempo y en un espacio capaz de transportarnos por universos sin límites, sólo posibles de imaginar y vivir por la confluencia de múltiples disciplinas en lo fantástico. En Gutenberg convergen la sutileza con la que Nicolás Arnicho es capaz de componer y la tormentosa voz de Pedro Dalton al interpretar, con las construcciones fantásticas que la Kompania Romanelli hace apoyándose en el teatro negro, y la capacidad para sugerir que tiene la danza y los movimientos creados por Andrea Arobba. Ellos son los primeros referentes de un espectáculo de proporciones extraordinarias, destinado a convertirse en el más importante del año.
En el empeño por superarse a sí mismo, el equipo de El delirio convocó esta vez a cuatro artistas franceses que han sobresalido en espectáculos del Cirque du Soleil y del Royal de Luxe. Ellos son el actor, músico y bailarín Stéphane Chivot, encargado de interpretar al legendario Gutenberg, el director de arte Pascal Wyrobnik, el coreógrafo Eric Martin y el especialista en construir máquinas y objetos escénicos Matthieu Bony.
Es que para ir mucho más allá de la experiencia que el año pasado convocara a 18.000 espectadores en el Centenario, ha sido necesario romper con todas las limitaciones imaginables. El gran reto supone dar vida a lo que la imaginación propone hasta llegar a sorprendernos, maravillarnos y conmovernos a nosotros mismos. El viaje de Gutenberg consiste en hilvanar el humor, la destreza, el histrionismo, la sutileza, el drama y la poesía, gracias a la suma de disponibilidad artística y tecnológica. Nada de lo humano le es ajeno.
Concretar este espectáculo ha significado un despliegue sin precedentes para nuestro medio. Es el único camino para asegurar que la puesta se transforme en una vivencia única.