Un 1 de junio de 1967, hace exactamente 50 años atrás, salía a la luz uno de los discos más aclamados de la historia de la música, el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, octavo álbum de The Beatles. Y para festejar el medio siglo de vida del Sargento Pimienta el 1 de junio de 2017 se lanza la reedición del álbum con sesiones de grabaciones inéditas, videos, packaging especiales y un formato que incluirá (restaurado) el documental The Making of Sgt. Pepper de 1992.
Liverpool será la sede mundial de celebraciones de los 50 años del Sargento Pimienta. Desde el 25 de mayo al 16 de junio de 2017 se llevará a cabo el Sgt. Pepper At 50: Heading For Home, un festival que mezcla música, pintura, teatro y danza donde se presentarán 13 obras (una por cada track del disco) en distintas disciplinas artísticas. “La máxima prueba de un artista es que su arte trascienda, y es probablemente más difícil en el género de pop-rock que suceda, a diferencia del teatro o la literatura. Este álbum ha probado su permanencia.”, afirma por estos días Sean Doran, curador del festival.
Sin dudas el Sgt. Pepper´s trasciende y traspasa generaciones, y es cincuenta años después uno de los discos más vigentes de la historia de la música. Pero para quienes vivieron los no tan tibios setenta este fue más que un disco que logró permanecer en los primeros puestos durante unos seis meses, o que incluía nuevas e innovadoras técnicas de grabación, o que alcanzaría el primer puesto en las radios, vendería 32 millones de copias, acumularía 17 discos de platino y sería el primer álbum pop en ganar un Grammy (y no obtuvo uno solo, sino cuatro).
Préstame los oídos y te cantaré una canción
Según los biógrafos de la banda, la primera idea que se materializaría tiempo después en el Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band llegó cuando los Beatles estaban cansados de ser los Beatles. “Estamos hartos de hacer música ligera para gente ligera, y también estamos hartos de tocar para esa gente”, diría Lennon en una entrevista al finalizar la gira de 1966 en Estados Unidos; por lo que en un vuelo de regreso hacia Londres, a Paul McCartney (quién también estaba de acuerdo con que ya habían tenido suficiente fama) se le ocurrió la idea de crear una banda ficticia que sustituyera a The Beatles, un alter ego.
Creían que sería genial tocar como un grupo imaginario, usando disfraces, dejándose las patillas y el bigote y tomando un nombre distinto. Y así, después de cinco meses de trabajo y setecientas horas de grabación, quedó terminado lo que sería considerado como un temprano ejemplo de álbum conceptual, aunque Lennon no estuviera de acuerdo con esta idea. “Cualquiera de las otras canciones de Sgt. Pepper’s podrían estar en cualquier otro álbum”, decía.
Pero el Pepper´s fue para muchos más que un disco cumbre. Fue una de las banderas de los jóvenes que desafiaban la cultura hegemónica reivindicando las drogas psicodélicas, promulgando la vida en comunas, la vuelta a la naturaleza y el sexo libre como respuesta a la conservadora sociedad burguesa.
“Creo que Pepper representó lo que la juventud sentía, y pareció coincidir con la revolución del pensamiento juvenil. Fue el arquetipo de los acelerados años ’60. Enlazaba con Mary Quant, las minifaldas y todo eso: la libertad sexual, la libertad de las drogas blandas como la marihuana…” reconoció en alguna ocasión (concretamente en el proyecto The Beatles Anthology) George Martin, “el quinto Beatle”.
No se puede pensar en este disco (y hasta de manera estética) sin pensar en los Hippies, aquellos jóvenes coloridos que protestaban de manera pacífica contra la guerra en Vietnam, que se amaban frente a los ojos del mundo mientras durase El verano del amor en San Francisco y que en esa época no querían graduarse, ni tener un trabajo estable ni formar una familia, aunque al tiempo hayan abandonado las consignas “sexo, droga y rock and roll” y “Todo lo que necesitas es amor” para ir a graduarse, tener un trabajo estable y formar una familia.
Lo mejor de la música es la música en sí y no todo lo que se pueda escribir, decir, opinar, analizar, disgregar, asociar, etc., etc., etc. El tiempo es tan relativo que para algunas cosas 50 años no son nada mientras para otras cumplir 50 años es suficiente para convertirse en leyenda. Y mientras muchos siguen opinando que los Beatles fueron la banda más sobrevalorada de la historia, otros piensan que es lo más trascendental que le ha pasado a la música. Como sea, ¿cómo podríamos vivir sin mitos?